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Analistas y militares colombianos valoran la muerte de "Tirofijo"

Después de la confirmación del Alto Mando militar de la muerte del máximo cabecilla de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", Colombia reacciona a este golpe definitivo contra el grupo terrorista, que en los últimos meses ha sufrido la pérdida de varios de sus dirigentes, aunque reconoce que no supone el fin de los mismos, ya que hacía años que el liderazgo recaía en otras personas.

Después de la confirmación del Alto Mando militar de la muerte del máximo cabecilla de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", Colombia reacciona a este golpe definitivo contra el grupo terrorista, que en los últimos meses ha sufrido la pérdida de varios de sus dirigentes, aunque reconoce que no supone el fin de los mismos, ya que hacía años que el liderazgo recaía en otras personas.
L D (EFE). El jefe del estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia, el almirante David René Moreno, precisó que "Tirofijo" falleció a las 18.30 hora local (23.30 GMT) del 26 de marzo pasado "por causas que están aún por confirmar". Tras la muerte de Marulanda, su reemplazo sería Guillermo León Sánez, alias "Alfonso Cano", quien ha pasado los últimos 31 años de sus vida con el grupo terrorista.

El Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, dijo a medios colombianos que ojalá su muerte  "contribuya a propiciar los espacios de paz que esperan los colombianos". Aseguró que su despacho está dispuesto a ayudar a "construir un escenario de diálogo, propiciar la liberación de los secuestrados y encontrar los mecanismos indispensables para el logro de la paz".

Entre tanto, el general retirado Fernando Tapias, dijo que la muerte de Marulanda, por las causas que sean, constituye un duro revés para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En su opinión, su importancia radica en que "Marulanda ejercía un control bastante fuerte sobre las FARC" y que "el primer impacto será el fortalecimiento de las diversas tendencias hasta que designen al sucesor".

Por su parte, el ex consejero de Paz y gobernador del departamento de Santander, Horacio Serpa, indicó que la muerte de "Tirofijo" es "el golpe más fuerte de todos los que han sufrido las FARC. "Tirofijo fungía no sólo como comandante sino como el aglutinador, la persona alrededor de quien se centraban las tendencias, pareceres y personas que orientan esa organización", argumentó Serpa. Agregó que la desaparición del terrorista es "ni más mi menos, que el descarrilamiento evidente de esa guerrilla (las FARC)".
 
Por su lado, el ex comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general retirado Manuel José Bonnet, expresó que la muerte del jefe de las FARC "tiene un significado simbólico para el narcoterrorismo en Colombia", y que él creía que el líder terrorista estaba desde hacía tiempo muy enfermo.

Para el analista político, Alejo Vargas, la desaparición de Marulanda puede llevar a que haya posibilidades para que esa guerrilla pueda recapacitar e incluso busque una salida realista.  El también analista político Pedro Medellín manifestó que con la muerte de "Tirofijo", "se da fin a una era", pero considera que no es el fin del grupo. Indicó que Marulanda ya no ejercía el liderazgo desde hace una década, que ahora recaía en otras personas, y que incluso la muerte de alias "Iván Ríos y de "Raúl Reyes" han tenido más repercusiones en el seno de las FARC.

La ex ministra de Defensa y senadora de la República, Marta Lucía Ramírez, consideró que la desaparición de Marulanda no constituye un fuerte golpe contra las FARC, porque "ya venían en una retroceso. Desarticuladas, sin unidad de mando".
 
Cadena de detenciones
 
Además de abatir a importantes jefes del grupo terrorista, el número de deserciones es elevado, por lo que constantemente voceros (portavoces) gubernamentales aseguran que el "resquebrajamiento" de las FARC, está a la vista.

Los más duros golpes sufridos por las FARC en los dos últimos años comenzaron con la muerte de alias "JJ", abatido cuando se movilizaba en una lancha. Posteriormente, cayó el "negro Acacio", quien murió en un bombardeo en septiembre del 2007 y, en su momento, fue calificado como el golpe más duro propinado a las FARC.

A estas muertes siguieron las de "Martín Caballero", con quien cayeron otros 23 alzados en armas en el norteño departamento de Bolívar; y la de "Martín Sombra", uno de los cabecillas del mando central de las FARC y también muy cercano a "Tirofijo".

Sin embargo, nadie duda de que el mayor éxito del gobierno colombiano contra los rebeldes fue la muerte de Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes", segundo al mando de las FARC. "Reyes" murió en territorio ecuatoriano en una operación militar realizada desde Colombia el pasado 1 de marzo.

También cayó alias "Iván Ríos", asesinado por sus propios hombres y recientemente, Nelly Ávila Moreno, alias "Karina", entregó las armas en una zona rural del departamento de Antioquia. También debilitaron a las FARC la captura y posterior extradición a Estados Unidos de Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad" y Nayibe Rojas, alias "Sonia".

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