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Contador no lanza las campanas al vuelo: "Esto todavía no está ganado"

El líder del Giro de Italia, Alberto Contador (Astaná), puede respirar tranquilo después de haber resistido los ataques de sus rivales en la penúltima etapa, un auténtico trayecto 'rompepiernas' de 224 kilómetros con los ascensos al Mortirolo y el Gavia de por medio, aunque apuesta por tener los pies en el suelo. "Aún queda una etapa y esto todavía no está ganado en absoluto", recuerda el ciclista español, que este domingo, en la contrarreloj de Milán, se jugará el triunfo final con un Riccardo Riccó (Saunier Duval) que se encuentra a sólo cuatro segundos de la 'maglia rosa'.

El líder del Giro de Italia, Alberto Contador (Astaná), puede respirar tranquilo después de haber resistido los ataques de sus rivales en la penúltima etapa, un auténtico trayecto 'rompepiernas' de 224 kilómetros con los ascensos al Mortirolo y el Gavia de por medio, aunque apuesta por tener los pies en el suelo. "Aún queda una etapa y esto todavía no está ganado en absoluto", recuerda el ciclista español, que este domingo, en la contrarreloj de Milán, se jugará el triunfo final con un Riccardo Riccó (Saunier Duval) que se encuentra a sólo cuatro segundos de la 'maglia rosa'.
L D (EFE) El corredor de Pinto comentó de nuevo que no se esperaba estar a estas alturas vestido con el jersey rosa y que ni siquiera lo esperaba su equipo. "Continué por orgullo y también por tres personas. Las piernas cada día respondieron mejor", señaló Contador, quien ha comentado además que estuvo "más tranquilo" porque "todo el mundo se resintió del esfuerzo de ayer", cuando estuvo a punto de perder el liderato por los ataques de Danilo di Luca y Riccó.

"Era una etapa dura pero realmente tuve buenas piernas. Seguí la rueda de Riccó para que no consiguiera segundos extras y al final la situación fue perfecta. No fue por azar que hubo tres corredores delante", añadió el español, quien reconoció que resistió bien los ataques que hubo e insistió en que todavía no ha ganado nada y que no se puede infravalorar la etapa del domingo, la última de la presente edición del Giro. "Aún no he comenzado a soñar. En una contrarreloj cualquier cosa puede ocurrir. Ahora quiero recuperarme al máximo y concentrarme al 200 por ciento para la etapa. De todas maneras, mentalmente es bueno empezar con ventaja", aseveró el español, que agradeció el trabajo de todo su equipo y lo consideró fundamental para mantener el liderato.

Tuvo palabras de apoyo para el alemán Andreas Kloeden, quien tuvo que abandonar con problemas respiratorios por una infección. "Estoy triste por Andreas. Dejar la carrera un día antes del final es terrible. Esta mañana en el desayuno ya estaba claro que iba a ser un día difícil para él. Espero que se recupere pronto", dijo para recordar al teutón.
 
Riccó: "Cualquiera puede tener un día de crisis"
 
Riccardo Riccó, que todavía no da su brazo a torcer, ha admitido que no había tenido un buen día "y se ha visto". "El Giro acaba mañana y como ya he dicho con anterioridad no somos robots, sino humanos, y cualquiera puede tener un día de crisis, aunque está claro que sobre el papel Contador parece superior en la contrarreloj", comentaba el italiano.

"Pero no voy a rendirme hasta el último metro. Voy a salir a por todas y que gane el mejor", aseguró el italiano, quien manifestó que "pase lo que pase" se irá "satisfecho" porque cree que ha hecho "una gran carrera" y ha dado "todo lo que tenía". "Creo que he contribuido al espectáculo de esta carrera y si no logro ganarla mañana, volveré a intentarlo el año que viene", ha agregado.

 

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