(Libertad Digital) Albert Boadella presenta su nueva obra: "La Cena". Una burla a los grandes representantes de la cocina española, envueltos en una desmedida polémica mediática. A todos ellos, el director teatral les advierte que están haciendo "puro negocio mediático" con un asunto, la cocina de vanguardia, que "a veces atenta contra el gusto en general". "Pasa lo mismo que en el arte de vanguardia", explica, "las elites pagan fortunas por bodrios muy superiores a las que pagarían por obras históricas importantes".
En una entrevista publicada en La Razón, toma como suya la opinión de que los cocineros son "una pandilla de farsantes que trabajan por la puta pela". "Me parece una confesión muy honesta", resalta. Y es que, según argumenta, "en un mundo donde hay millones de desnutridos, me parece amoral la sofisticación de una cocina capaz de hacer bandera del aire de zanahoria con concentrado de mandarina".
El director teatral también critica lo sofisticado en exceso, tanto en los fogones como en la vida en general, por ejemplo, "en la pasión que ponemos en el placer personal". "Y eso que muchos placeres de hoy están desnaturalizados. La alta cocina, sin ir más lejos, es escasamente sensual", asevera.
"Me gusta que el olor lo invada todo, es fundamental. Pero si te colocan delante, por ejemplo, una ostra con gusto de mejillón, no me sirve", continúa. Es, explica, como el sexo: "La asepsia total es desaconsejable en ambos cambios".
"¿La comida y el sexo no necesariamente tienen que oler bien?" le pregunta entonces el entrevistador. "Así es", le responde, a la par que agrega: "El problema de la alta cocina es precisamente la voluntad de imponer una nueva sensorialidad de laboratorio a partir de una deformación visual, de olor y del sabor de los alimentos".
"Cuando un cocinero llena portadas, quizás haya llegado el principio del fin"
Conocedor de los grandes platos de los chefs del momento, Boadella no tiene inconveniente en asegurar que "Santamaría no trata de convencer a cada bocado" mientras que "cuando has probado diez de los treinta platos que te pone Adrià ya tienes el paladar hecho trizas".Además, agrega que "cuando un cocinero agrega portadas y empieza a filosofar, quizás haya llegado el principio del fin".
Sobre su última obra, "La Cena", vuelve a criticar a la alta cocina, la cual "reúne todos los elementos litúrgicos de una nueva religión". "El cocinero es un nuevo dios", sentencia.
La crisis del PP, como "la bronca de los cocineros estrella"
En "Cámara oscura", Boadella también hace referencia a la crisis del PP y a su exilio forzado lejos de Cataluña. Del principal partido de la oposición ha dicho que le recuerda "a la bronca de los cocineros estrella". "Diez añitos de Esperanza Aguirre serían la mejor terapia para Cataluña", ha asegurado, alabando la actitud de Estado de la presidenta regional.
Además, se reafirma en su idea de no llevar sus obras a Cataluña: "Tendría que cambiar el régimen para ver La Cena allí".