(Libertad Digital) La ley de "víctimas policiales" que quiere realizar el Gobierno vasco pretende que se haga un "reconocimiento público" a estos supuestos afectados, la gran mayoría terroristas de ETA. De hecho, en la lista se encuentra José Luis Geresta Múgica, uno de los asesinos del popular Miguel Ángel Blanco, después de que los políticos nacionalistas determinaran que su muerte se produjo en extrañas circunstancias. Sin embargo, en la autopsia quedó completamente demostrado que la causa fue el suicidio.
Esto ocurre igualmente en muchos otros casos a lo largo del informe del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. Se han incluido hechos que poco tienen que ver con lo tratado en el texto. Incluso aparece Aitor Zabaleta, aficionado de la Real Sociedad, asesinado en una disputa con ultras del Atlético de Madrid en la capital de España.
Pero lo más grave del informe es la inclusión de sucesos ocurridos cuando Ibarretxe era vicelendakari y Atutxa, consejero de Interior. Entonces defendían a los agentes frente a las acusaciones de los proetarras. Sin embargo, ahora quieren hacerles un homenaje.
De este modo, según informa el diario de Vocento, en el texto que pretenden aprobar se contabilizan 109 muertos y 538 heridos que requieren "reconocimiento público" por ser "injusticias olvidadas". Pero el Ejecutivo vasco va más allá y tiene como objetivo que esta ley se extienda a Navarra y países como Francia, Méjico o Venezuela, entre otros.
Algunos de los nombres más destacados del informe son el de Gurutze Yancia que falleció de una trombosis producida días antes de su arresto o Mikel Arrastia que se suicidó lanzándose desde su piso. Además, otro caso flagrante es el de Mikel Zabalza que se ahogó en el río Bidasoa cuando huía de la Guardia Civil. Todos ellos, son considerados "víctimas policiales" por el Gobierno vasco.