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VENDIÓ MÁS DE 3,5 MILLONES DE EJEMPLARES

Fallece a los 89 años Simone Ortega, autora del famoso libro 1080 recetas de cocina

Simone Ortega, autora de uno de los libros más vendidos en España, "1080 recetas de cocina", ha fallecido este jueves a los 89 años de edad. Este título se ha convertido en una de las obras más vendidas en España con más de 3,5 millones de ejemplares presentes en hogares de todo el país. Además Ortega impartió durante su vida numerosas conferencias y era colaboradora de las páginas gastronómicas del diario El País. Otras obras suyas fueron "Nuevas recetas de cocina" o "Las mejores recetas de Simone Ortega".

Simone Ortega, autora de uno de los libros más vendidos en España, "1080 recetas de cocina", ha fallecido este jueves a los 89 años de edad. Este título se ha convertido en una de las obras más vendidas en España con más de 3,5 millones de ejemplares presentes en hogares de todo el país. Además Ortega impartió durante su vida numerosas conferencias y era colaboradora de las páginas gastronómicas del diario El País. Otras obras suyas fueron "Nuevas recetas de cocina" o "Las mejores recetas de Simone Ortega".
LD (EFE) La escritora Simone Ortega, autora del famoso libro "1080 recetas de cocina", ha fallecido en la madrugada de este jueves a los 89 años de edad en la residencia madrileña en la que vivía.
 
De este modo, Simone Ortega, cuyo nombre de nacimiento era Simone Klein Ansaldy, tenía la nacionalidad española y francesa. Es la autora de uno de los títulos probablemente más vendidos en España después de la Biblia y El Quijote, un libro de recetas que con el simple título de "1.080 recetas de cocina" ha alcanzado los tres millones y medio de ejemplares desde su publicación a principios de los 70.
 
Este primer libro lo publicó en 1972 y al finalizar el año 1990 llevaba ya 23 ediciones y más de 1,2 millones de ejemplares vendidos, y en la actualidad lleva superó claramente los tres millones. En la obra se enseña a cocinar desde lo más sencillo a algunas refinadas recetas de la cocina francesa, por ejemplo la quiche que introdujo en muchas tiendas y hogares, cubriendo las necesidades diarias y las de ocasiones especiales. En la elaboración de estas más de mil recetas apenas tuvo que tirar tres o cuatro en total.
 
 

Además de este libro, Ortega ha escrito otros como "Nuevas recetas de cocina", "La cocina madrileña" (en colaboración con Martínez Llopis), "Las mejores recetas de Simone Ortega" y "Quesos españoles". Ha impartido también numerosas conferencias sobre gastronomía y ha colaborado asiduamente en las páginas gastronómicas de El País, publicando artículos en revistas del género como Sobremesa y Gourmet.

Interés desde joven por la cocina

Ortega nació en Barcelona en mayo de 1919; la familia de su padre era alsaciana y la de su madre parte de Borgoña y parte italiana, y ella nació en Cataluña al ser su padre, por entonces, director de una fábrica de goma para correas. A los nueve años se trasladó con su familia a Madrid, donde estudió el Bachillerato en el Liceo Francés. Se casó a los 23 años y dos años después falleció su marido.
 
Después de trabajar regentando una pensión, como enfermera y puericultora, se volvió a casar a los 30 años y posteriormente puso con unas amigas la primera tienda de "bricolage" de Madrid. Simone Ortega comenzó a interesarse por la cocina a temprana edad. Su abuela borgoñona cocinaba extraordinariamente, por lo que despertó en ella la afición y le dejó una sabia experiencia culinaria.
 
El aprendizaje, sin embargo, se vio dificultado porque su madre no le enseñaba: "Teníamos cocinera y se consideraba que los niños sólo estorbábamos en la cocina. Pero aprendí, a pesar de todo", recordó en alguna ocasión.
 
Comenzó a escribir recetas por sugerencia de su segundo marido José Ortega Spottorno, cofundador de Promotoras de Informaciones SA (PRISA) y del diario "El País" e hijo del filósofo y ensayista José Ortega y Gasset, que entonces estaba al frente -fue su fundador- de Alianza Editorial. Ortega Spottorno vio posibilidades comerciales a un libro de esta clase y a ella le pareció una buena idea, algo divertido, y un modo de llenar el tiempo que en ese momento, con sus hijos ya mayores, le había quedado libre.

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