Menú

La confianza de los consumidores, también por los suelos

Los ciudadanos no esperan que la crisis tenga una pronta solución: el índice de confianza del consumidor que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO) descendió 4,7 puntos en junio respecto al mes precedente.

Los ciudadanos no esperan que la crisis tenga una pronta solución: el índice de confianza del consumidor que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO) descendió 4,7 puntos en junio respecto al mes precedente.
 
(Libertad Digital) Según el Instituto, la caída se justifica por el descenso en el indicador de situación actual, que descendió 5,4 puntos por la peor percepción sobre la situación de la economía familiar, así como de la economía española y, en menor medida, del empleo, mientras que el indicador de expectativas retrocedió 4,1 puntos. En los últimos doce meses, la confianza del consumidor ha caído 41 unidades.
 
El informe revela que el deterioro de la confianza en el último año “parece reflejar el actual momento económico de incertidumbre derivado de la crisis financiera y del encarecimiento del precio del crudo”, lo que se traduce en aumentos de los tipos de interés, inflación y un menor dinamismo de la actividad productiva.
 
“Este empeoramiento del ánimo del consumidor que muestra el índice que elabora el ICO “probablemente anticipa que la desaceleración del consumo privado continuará en el próximo trimestre, incidiendo en un menor avance del PIB en dicho periodo”, concluyen los técnicos del organismo público.
 
 
 
El empleo es el indicador que menos retrocede en el mes de junio, mientras que el mayor descenso lo registra el componente de la economía familiar, seguido muy de cerca por el de la economía española.
 
Según explicó en rueda de prensa el presidente del ICO, Aurelio Martínez, la caída de las expectativas sobre la situación del hogar es un dato "muy preocupante" porque pone de manifiesto que las familias españolas empiezan a percibir que su situación está empeorando como consecuencia de la actual coyuntura económica.
 
En cuanto a las previsiones sobre precios, tipos, ahorro y consumo duradero, todas han empeorado considerablemente en el mes de junio, ya que han aumentado las expectativas sobre una posible subida del IPC en el futuro, así como de una eventual subida de tipos de interés derivada del incremento de la inflación, junto con un descenso del ahorro y, por tanto, del consumo de bienes duraderos.
 
Además, según Martínez, la correlación entre el crudo y los indicadores de confianza se situó en 0,84 puntos en junio, por lo que el incremento del barril de petróleo explica gran parte del descenso de la confianza y demuestra que el impacto de estos repuntes en la sociedad está siendo "altísimo". En este sentido, aseguró que si los precios no se moderan, el impacto en la confianza seguirá siendo "muy negativo" en el futuro.
 
Los jóvenes no se fían
 
Asimismo, Martínez destacó que la caída del indicador de confianza se ha centrado de manera "más acusada" en los más jóvenes, el colectivo más optimista hasta el momento, ya que entre el colectivo de entre 16 y 24 años el índice general ha caído 9,3 puntos, debido al descenso de 10 puntos del indicador sobre la situación actual y la de 8,6 puntos del indicador de expectativas.
 
Para el presidente del ICO, esto se puede deber a que los jóvenes pueden tener una percepción peor de la situación como consecuencia de la evolución del empleo o por todos aquellos que tengan que hacer frente a una hipoteca y se preocupen por las posibles subidas de los tipos de interés.
 
Por tamaño de hábitat, Martínez aseguró que el descenso de la confianza se ha concentrado en los municipios o territorios medianos, de entre 50.000 y 500.000 habitantes, donde el índice registró un descenso de 10,6 puntos en el mes de junio, debido a la caída de 7,5 puntos en el indicador de situación actual y de 3,7 en el de expectativas.
 
Por otro lado, el responsable del ICO destacó que la bajada del nivel de confianza se concentró en el sexto mes del año en las poblaciones con un PIB per cápita inferior al 80%, de lo que se deduce que las poblaciones con niveles de renta más bajo son las más afectadas por el descenso.
 
De cara al futuro, Martínez señaló que "lo lógico" es que este indicador acompañe al ciclo económico, por lo que consideró que "lo más razonable" es que si la desaceleración persiste en el tiempo, la confianza de los consumidores también continúe disminuyendo.
 
El Gobierno debe transmitir confianza
 
No obstante, aseguró que una de las principales tareas de un Gobierno ante una coyuntura como la actual es trasmitir confianza a los ciudadanos asegurando que conoce los problemas a los que se enfrenta la economía y que sabe qué medidas hay que poner en marcha para afrontar dichos problemas.
 
"La economía es una ciencia social", indicó Martínez, tras insistir en que si la sociedad es optimista gastará y consumirá más, mientras que si es pesimista acentuará la crisis económica porque los ciudadanos se centrarán en el ahorro.
 
En cuanto al debate semántico sobre si la economía está en crisis o desaceleración, Martínez afirmó que el término crisis supone un punto de inflexión, por lo que podría decirse que la crisis económica se inició en el primer trimestre de 2007 cuando la economía empezó a crecer menos que en el primero.
 
No obstante, puso de manifiesto la importancia de diferenciar el término técnico de crisis del de recesión, que implica dos trimestres consecutivos de crecimientos negativos del PIB.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios