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La crisis llega a la hostelería: Los bares pierden el 15 por ciento de su clientela

Pese a que Zapatero insiste en circunscribir la "crisis" al sector de la construcción, los bares han comenzado a sentir también sus efectos. La Federación Española de Hostelería (FERH) ha registrado una caída del 15 por ciento en las visitas a bares en el primer semestre. Una caída que provocará, según la FERH, el descenso de un 5 por ciento en la venta de bebidas alcohólicas en 2008.

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Pese a que Zapatero insiste en circunscribir la "crisis" al sector de la construcción, los bares han comenzado a sentir también sus efectos. La Federación Española de Hostelería (FERH) ha registrado una caída del 15 por ciento en las visitas a bares en el primer semestre. Una caída que provocará, según la FERH, el descenso de un 5 por ciento en la venta de bebidas alcohólicas en 2008.
LD (EFE) El sector de la hostelería ya habla de recesión. Según la FERH, el volumen de ventas de bebidas espirituosas caerá entre un 4 y un 5 por ciento en 2008, principalmente, por la recesión del sector hostelero que. La FERH ha registrado ya un descenso del 15 por ciento en las visitas a los bares durante el primer semestre de este año.
 
Así lo ha afirmado hoy en rueda de prensa el director general de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), Jaime Gil Robles, quien ha explicado que el 80 por ciento de las ventas de espirituosos en España se realizan a través del canal de hostelería.
 
Ha precisado que el consumo de bebidas alcohólicas desciende tradicionalmente sólo un uno por ciento en volumen cada año -no tanto en valor-, y que la mayor caída de este año, también achacable al mal tiempo, puede acelerar la pérdida en el sector de dos o tres pequeñas empresas que ya anualmente desaparecen.
 
Además, ha destacado la subida entre un siete y un ocho por ciento de los costes de las materias primas (cereales, energía y vidrio) que la industria no ha podido trasladar al resto de la cadena de valor por la gran competencia y que por tanto ha absorbido con la consiguiente pérdida de márgenes.
 
"A pesar de todo, pretendemos ser optimistas y recordar que España es uno de los países europeos con un consumo más responsable de alcohol -sólo el cinco por ciento de los consumidores están en situación de riesgo cuando ingieren bebidas alcohólicas-", ha dicho.
 
La radiografía del sector, según los últimos datos de FEBE relativos a 2006, pasa por una comercialización anual de 240 millones de litros de bebidas de alta graduación, con un valor de 7.600 millones de euros -el 0,12 por ciento del PIB-, de los que 158 millones de litros se producen en España y el resto se importan.
 
Las 129 empresas que actualmente producen o importan bebidas espirituosas generan en el sector 170.000 empleos directos e indirectos y aportaron a las arcas públicas 914 millones de euros, el 75,3 por ciento que el Estado recauda en impuestos especiales.
 
Las cuatro grandes operadoras internacionales -Diageo, Pernod Ricard, Bacardí y Beam Global- comercializan más de un millón de litros al año, frente al cerca de medio millón que producen otras grandes firmas españolas como pueden ser Osborne o González Byass y a las cantidades más bajas de las pequeñas destilerías de carácter local que son las que tienen más peligro de desaparecer.
 
Indicaron que los datos del sector relativos a 2007 aún no los tienen cerrados ya que no se sabe aún cómo finalizó la última campaña navideña, época del año en la que se concentra gran parte de las ventas de bebidas de alta graduación.
 
Por volumen, el whisky es la principal categoría del sector, con una cuota del 31,8 por ciento, seguida del ron -la única que sube por el crecimiento del tipo "ron oscuro" (14,1 por ciento)-, el brandy (13,1 por ciento), la ginebra (11,7 por ciento), el anís (seis por ciento) y el vodka (4,3 por ciento).
 
El pacharán mantiene una cuota del 3,7 por ciento, frente al tres por ciento de los licores, el 2,4 por ciento de las cremas, el 1,7 por ciento del ponche, el 1,6 por ciento del aguardiente de orujo, el 0,3 por ciento del tequila y el 6,3 por ciento de otras categorías.
 
Gil-Robles ha resaltado el fuerte carácter marquista del sector al apuntar que la mayoría de los consumidores solicitan una marca específica con valor añadido a la hora de pedir una bebida en un establecimiento de restauración, por lo que la competencia es más entre enseñas que entre categorías.
 
"Éste es un sector en el que lo difícil no es producir sino competir y comercializar el producto", ha sentenciado antes de criticar que el marco regulatorio al que están sujetos varía de una comunidad autónoma a otra.

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