LD (Europa Press) El comité parlamentario italiano que estudia la obligatoriedad de la toma de huellas dactilares a los ciudadanos, acordó que para el año 2010 todos los documentos de identidad que los italianos porten, deberán incluir las huellas de su titular. La medida aún debe ser aprobada por el pleno del Parlamento.
Según declaraciones al diario Corriere della Sera del diputado opositor Antonio Misani, la nueva decisión "calmará la cuestión de los gitanos, (las huellas) se tomarán a todo el mundo". Y es que incialmente, la toma de huellas dactilares estaba destinada a la etnia gitana que reside en las zonas marginales, para elaborar un censo y combatir así la delincuencia.
El primer ministro Silvio Berlusconi ganó las elecciones de abril con la promesa de luchar contra el delito, del que muchos italianos culpan a los inmigrantes y, en especial, a los gitanos. La propuesta ha sido criticada por el Parlamento Europeo, Rumania y por grupos religiosos que han comparado la iniciativa con el marcado que hicieron los nazis y los fascistas a los judíos.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, miembro de la Liga Norte, formación que mantiene una política contraria a la inmigración, ha apoyado la medida de censar a todos los que viven en campamentos de gitanos. Ha dicho que sólo quienes no ofrezcan una identificación válida serán censados.
Berlusconi ha defendido la política, alegando que ayudará al Estado a limpiar los campamentos de gitanos. Existen unos 140.000 gitanos en Italia, donde se les conoce como "nómadas". "El Gobierno italiano quiere garantizar que los niños gitanos puedan ir al colegio y quiere integrar a estos ciudadanos europeos", dijo el pasado martes el primer ministro italiano.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo destacó que era "absolutamente necesario evitar recurrir a técnicas basadas en criterios discriminatorios, especialmente si son étnicos o religiosos", pero dijo que tomar las huellas de toda la población no sería discriminatorio.