LD (EFE) El informe semestral de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sobre Irak menciona que la mejora relativa de la seguridad en Irak ha ralentizado el flujo de desplazamientos forzados y hasta ha alentado a algunos a retornar a sus lugares de residencia.
El organismo dependiente de las Naciones unidas recuerda que hay 2,8 millones de desplazados internos en Irak "que se enfrentan a condiciones de vida desesperadas y que muy difícilmente tienen acceso a alimentos, agua, atención médica y otros servicios básicos". Destaca que la situación para aquellos que retornan también es muy dura, aclara el informe, que recalca que éstos carecen igualmente de servicios esenciales, incluidos la educación y alojamientos dignos.
Por otra parte, la OIM precisa que el 63 por ciento de desplazados internos no recibe apoyo de sus familiares. Una parte de ellos alquila algún tipo de alojamiento, que han subido mucho de precio, mientras que otros han levantado chozas u ocupado edificios públicos de los que podrían ser desalojados en cualquier momento.
Asimismo, las encuestas realizadas para este estudio revelan que el 61 por ciento de desplazados desea regresar a los lugares donde vivían antes de que la violencia los obligara a huir. Otro veintiún por ciento desearía integrarse en las localidades donde están actualmente y el diecisiete por ciento planea asentarse en un tercer lugar. Sin embargo, para los que quieren retornar el gran problema será la ocupación de sus propiedades.