L D (Europa Press) En una editorial del boletín parlamentario de CiU recogida por Europa Press, admitió que el rifirrafe mantenido ayer con los diputados socialistas en el hemiciclo del Parlament es un "episodio de los que desprestigian la política y crea distancia entre la gente y los políticos". "Lamento que una reacción airada mía haya desencadenado una serie de insultos poco ortodoxos. Lo lamento porque los recibo yo, pero sobre todo porque se producen en la Cámara catalana y, por tanto, afectan negativamente a su prestigio".
Tras admitir que su reacción "seguramente no era necesaria", defiende que "no traspasó los límites de lo políticamente correcto" y rechaza valorar si traspasaron el límite los "insultos" de Ferran y Figueras. Pujol se comprometió, además, a "no perder el respeto hacia nadie ni hacia ninguna manera de pensar o entender el país". "Con los incidentes de ayer -continuó--, nosotros mismos tapamos un tema tan importante como la financiación, en que los partidos, de momento, estamos actuando de manera conjunta".
Pero no ahorra en críticas, puesto que opina que "no se está haciendo bien el trabajo ni en el Govern ni en el Parlament", que son más un "escaparate de proclamas y anuncios" que quedan sin efecto. Además, se muestra escéptico ante las afirmaciones de Montilla en el sentido de que creará problemas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en materia de financiación. "Muy honorable señor José Montilla, ¿en cuántos problemas ha puesto usted al Ejecutivo del señor Zapatero para defender los intereses de Catalunya?", cuestiona, y añade que "los hechos brillan por su ausencia". "Con engaños no se gobierna el país", concluye.