L D (Agencias) Las Fuerzas de Seguridad sospechan que el complejo Vizcaya estuvo formado por tres pistoleros a sueldo –los detenidos Arkaitz Goikoetxea y Olga Comes y el huido Jurden Martitegi– que habrían puesto en funcionamiento hasta tres grupos de etarras no fichados por las Fuerzas de Seguridad. Uno de éstos, el quedó desarticulado con los arrestos del pasado martes, pero aún quedarían en libertad la mayoría de los integrantes de los otros dos, según informaron fuentes de la lucha contra ETA a Europa Press.
Además, los Servicios de Información sospechan que ETA podría haber desplazado al interior a algún grupo desde Francia para cometer atentados relevantes, como el que costó la vida a Isaías Carrasco el 6 de marzo pasado. Con todo, los investigadores no descartan que las siete personas enviadas a prisión por el juez Garzón hayan participado en atentados distintos a los diez que les atribuye, por el momento, el magistrado y esperan a que el desarrollo de las pesquisas termine implicándoles.
Todos los atentados cometidos en Guipúzcoa desde el 5 de junio de 2006, día en el que ETA rompió formalmente su alto el fuego, siguen sin esclarecerse, a excepción del cometido el 25 de septiembre contra una comisaría de la Ertzaintza en Zarautz. Garzón atribuye esa acción terrorista a Asier Borrero Toribio, en busca y captura y quien presuntamente colocó el explosivo, y a los detenidos Aitor Cotano e Iñigo Gutierréz.
Si se suma el atentado sufrido el fin de semana en Orio por dos empresas que trabajan en las obras del TAV, la banda terrorista ha cometido ocho atentados en la provincia de Guipúzcoa de los que no se conoce su autoría.
Los otros diez atentados de los que no se tiene noticia fueron cometidos en Vizcaya o en provincias limítrofes con la comunidad vasca. El 9 de octubre de 2007, explotó una bomba adosada a los bajos del escolta privado Gabriel Ginés, en un atentado dirigido contra un miembro del PSE al que protegía, según los investigadores. Los atentados contra la sede de El Correo en Zamudio, contra la Casa del Pueblo del barrio bilbaíno de La Peña, los Juzgados de Paz de Sestao, contra un repetidor en el monte Arnotegi y una sede del Ministerio de Trabajo en Arrigorriaga, completan las lista de acciones terroristas sin resolver en Vizcaya.
Primer atentado tras la tregua
Fuera de la comunidad vasca se investigan las pequeñas bombas puestas en el recorrido del Tour del año pasado a su paso por Navarra, con las que ETA hizo efectivo la ruptura del alto el fuego. En esa comunidad autónoma también explotó un artefacto junto a una subestación de telefonía en Lapoblación el 12 de abril pasado.
En lo que respecta a La Rioja falta por saber quién colocó el coche-bomba que no explotó el 9 de septiembre frente a la delegación del Ministerio de Defensa en Logroño, y en cuyo interior se encontró una huella del 'lugarteniente' de Txeroki, Aitzol Iriondo. También se investiga la explosión de un pequeño artefacto en la localidad de Fuenmayor una semana antes.