L D (EFE) Los dos sospechosos, Stéphane Moitoiret, de 39 años, y su pareja, Noëlla Hego, de 48 años fueron arrestados a primera hora de la tarde en Dornas, en el departamento de Ardèche, a unos 150 kilómetros al sur del lugar del crimen, que se produjo el pasado día 28, indicaron fuentes de la Gendarmería.
Su detención se produjo unas horas después de que la Fiscalía hubiera lanzado un mandato de busca y captura contra ellos al haberse descubierto que varias muestras genéticas de un desconocido recogidas en el escenario del asesinato del niño Valentin coincidían con las encontradas en una sala parroquial donde la pareja había pernoctado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, felicitó a los servicios que participaron en la detención de estas dos personas y dijo que se trata de un crimen "odioso que conmueve al conjunto de los franceses en lo más profundo de su carne".
En una marcha organizada esta mañana en Lagnieu, el padre del niño asesinado pidió a Sarkozy, "el restablecimiento de la pena de muerte para los crímenes contra la infancia".
Casi un centenar de agentes se han ocupado de la investigación desde que se encontró el cuerpo sin vida del niño, que en principio se creyó que había muerto por los mordiscos de un animal.
La autopsia reveló que Valentin falleció cosido a cuchilladas y las sospechas de los investigadores pasaron rápidamente del entorno familiar y vecinal a un grupo de marginales que habían estado la noche del crimen cerca de donde se localizó el cuerpo.
Las investigaciones se centraron pronto en la pareja ahora detenida, que había llamado la atención de varios habitantes de Lagnieu porque llevaban un gato negro atado con una correa.
Su detención se produjo unas horas después de que la Fiscalía hubiera lanzado un mandato de busca y captura contra ellos al haberse descubierto que varias muestras genéticas de un desconocido recogidas en el escenario del asesinato del niño Valentin coincidían con las encontradas en una sala parroquial donde la pareja había pernoctado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, felicitó a los servicios que participaron en la detención de estas dos personas y dijo que se trata de un crimen "odioso que conmueve al conjunto de los franceses en lo más profundo de su carne".
En una marcha organizada esta mañana en Lagnieu, el padre del niño asesinado pidió a Sarkozy, "el restablecimiento de la pena de muerte para los crímenes contra la infancia".
Casi un centenar de agentes se han ocupado de la investigación desde que se encontró el cuerpo sin vida del niño, que en principio se creyó que había muerto por los mordiscos de un animal.
La autopsia reveló que Valentin falleció cosido a cuchilladas y las sospechas de los investigadores pasaron rápidamente del entorno familiar y vecinal a un grupo de marginales que habían estado la noche del crimen cerca de donde se localizó el cuerpo.
Las investigaciones se centraron pronto en la pareja ahora detenida, que había llamado la atención de varios habitantes de Lagnieu porque llevaban un gato negro atado con una correa.