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VENDE PAÑUELOS EN UN SEMÁFORO DE SEVILLA

Un inmigrante nigeriano encuentra una cartera con 2.700 euros y la entrega a la Policía

Dom Amby O.K, inmigrante nigeriano de 24 años que vende pañuelos en un semáforo, ha entregado este miércoles a la Policía Nacional una cartera que había encontrado en la vía pública, que contenía 2.700 euros en efectivo, un cheque por valor de 870 euros, un talonario de cheques y diversa documentación.

L D (EFE) El joven requirió la atención de varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía de la Brigada de Seguridad Ciudadana, y les entregó una cartera de piel marrón que había encontrado momentos antes en la rotonda de la Carretera de la Esclusa, lugar donde vende pañuelos, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

La Policía inició las gestiones en base a la documentación empresarial y personal que portaba la cartera, localizando tanto a la empresa como a la persona que la había extraviado, Fernando P.G, nacido en Sevilla y de 68 años.

La Comisaría del Distrito de Triana-Los Remedios hizo entrega de lo recuperado a su dueño, quien dijo haber extraviado la cartera esta misma mañana, probablemente cuando circulaba en moto por la Carretera de la Esclusa, de vuelta de realizar unas gestiones.
 
Dom Amby ha declarado que no habría sido feliz gastando ese dinero. "Cuando me dijeron que la cartera que devolví tenía 2.700 euros pensé que era muchísimo dinero, pero el dinero no toca mi cabeza ni mi corazón, y gastar ese dinero me habría hecho feliz un momento, pero me habría hecho sufrir toda mi vida", ha confesado Amby a Efe Televisión.

El nigeriano continuaba esta tarde vendiendo pañuelos de papel a unos 40 grados de temperatura en el semáforo donde lo hace habitualmente, cerca del barrio de Los Remedios y al lado de donde se encontró la cartera.

Según ha relatado Amby, el dueño de la cartera, Fernando P.G., un sevillano de 68 años, se dirigió a él y tras preguntarle si había sido él quien había devuelto la cartera, le dio las gracias y le entregó 50 euros. Este dinero se lo gastará en su hijo de 5 años, con el que vive hace un año y medio en San Juan de Aznalfarache, una localidad cercana a Sevilla, ha comentado.

Su compañero Kingsley Kene, que también vende pañuelos, ha destacado por su parte que gracias a esta acción espera que la opinión de la gente hacia los extranjeros cambie, "porque hay muchas personas que piensan que no somos buenos, y yo digo que sí lo somos".-

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