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ETA empleó doscientos kilos de explosivos en el doble atentado de Vitoria y Ondarroa

La banda terrorista ETA ha hecho estallar dos coches bomba esta madrugada en Vitoria y Ondarroa. El primero, contra la sede de Caja Vital en la capital vasca, no causó víctimas aunque sí importantes daños materiales. El vehículo, un Renault Clio, estaba cargado con 100 kilos de explosivos. El segundo artefacto, que tenía como objetivo la comisaría de la Ertzaintza de la localidad vizcaína, estalló sin previo aviso y causó al menos once heridos. Contenía otros 100 kilos de explosivos. Antes de huir, los etarras lanzaron dos cócteles molotov contra la comisaría para hacer salir a los agentes y provocar así una masacre.

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Doble atentado de ETA en el País Vasco
La banda terrorista ETA ha hecho estallar dos coches bomba esta madrugada en Vitoria y Ondarroa. El primero, contra la sede de Caja Vital en la capital vasca, no causó víctimas aunque sí importantes daños materiales. El vehículo, un Renault Clio, estaba cargado con 100 kilos de explosivos. El segundo artefacto, que tenía como objetivo la comisaría de la Ertzaintza de la localidad vizcaína, estalló sin previo aviso y causó al menos once heridos. Contenía otros 100 kilos de explosivos. Antes de huir, los etarras lanzaron dos cócteles molotov contra la comisaría para hacer salir a los agentes y provocar así una masacre.
L D (Agencias) El primero de los coches bomba, en Vitoria, explosionó sobre la medianoche, después de recibir la policía local una llamada de aviso a las 23.15 horas. Ese lapso de tiempo permitió acordonar la zona, en la que no hay viviendas. Al parecer, sí tuvo que desalojarse un restaurante cercano.
 
El coche estaba cargado con 100 kilogramos de explosivos, según informaron fuentes de la Policía autonómica, que también indicaron que el vehículo no consta en el registro de coches robados. La bomba provocó daños importantes en el edificio de la Caja vital contra el que iba dirigido pero no causó heridos.
 
Además, la explosión afectó también ligeramente al pabellón "Fernando Buesa", donde juega sus partidos el TAU Baskonia, que estaba vacío en esos momentos. El edificio de la caja de ahorros atacado a medianoche está a unos centenares de metros del pabellón del baloncesto. Según fuentes de la caja de ahorros, restos del coche bomba impactaron contra las puertas del pabellón deportivo, lo que da idea de la virulencia de la explosión.
 
Sin aviso previo en Ondarroa
 
Poco después, sobre las 4:30 horas de la madrugada, explotó otro coche bomba junto a la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya) dejando al menos siete heridos, tres de ellos policías autonómicos y los otros transeúntes. En este caso no hubo ningún aviso previo, por lo que no dio tiempo a evacuar la zona. Los testigos señalaron que la explosión fue muy fuerte.

La onda expansiva ocasionó dos importantes boquetes en la fachada de la comisaria y la rotura de numerosos cristales en viviendas y comercios de los alrededores. Al menos media docena de lossituados a cien metros de las instalaciones sufrieron destrozos. Vecinos indicaron a Europa Press que la explosión ha sido muy potente y que, incluso, las casas "han temblado".
 
Los servicios de Emergencia trasladaron a los tres ertzainas y a algunos de los heridos a distintos hospitales, donde recibieron asistencia un total de once personas. Además, los servicios sanitarios atendieron en el lugar a varios afectados con cortes y pequeñas lesiones.
 
ETA buscaba una "masacre"
 
En cuanto a las circunstancias del atentado, el consejero vasco de Interior, Javier Balza, ha afirmado que ETA buscaba provocar una "masacre" y matar al mayor número posible de ertzainas.

El consejero ha explicado que los terroristas dejaron el coche en la carretera, con la parte trasera apuntando a la comisaría, y, al salir, antes de huir, arrojaron dos cócteles molotov contra la comisaría con la intención de hacer salir a los ertzainas y que la explosión les pillara de lleno.

Balza, desde el lugar de los hechos, ha confirmado además que la bomba estaría compuesta por unos cien kilos de explosivo y que los cuatro civiles heridos viajaban en un vehículo detrás del utilizado por los terroristas para cometer el atentado.

El coche-bomba es un Peugeot 307 SW (familiar) y fue lanzado por la explosión al río Artibai, por lo que todavía no ha sido recuperado por la Ertzaintza, que tendrá que recurrir a su unidad de buzos para hacerlo.

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