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Un alumno de FP diseña un robot de vigilancia programable capaz de salvar obstáculos

Adriá Juliá Juanola, alumno de un ciclo de formación profesional de Segundo grado en el Instituto de La Garrotxa, en Gerona, ha diseñado un robot llamado Green Watch capaz de "interpretar" las órdenes de sus usuarios y responder a ellas de forma autónoma sin necesidad de controlarlo aunque en su cumplimiento surjan imprevistos.

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Adriá Juliá Juanola, alumno de un ciclo de formación profesional de Segundo grado en el Instituto de La Garrotxa, en Gerona, ha diseñado un robot llamado Green Watch capaz de "interpretar" las órdenes de sus usuarios y responder a ellas de forma autónoma sin necesidad de controlarlo aunque en su cumplimiento surjan imprevistos.

LD (Otr/press) Su invento es uno de los proyectos españoles que optan a uno de los premios de la XX Edición de los European Union Contest for Young Sciencists (EUCYS) y, según él mismo explica, aunque está diseñado para desarrollar labores de vigilancia o incluso para prevenir incendios, el programa que ha creado para su manejo podría "abrir posibilidades en el futuro a la inteligencia artificial".

Green Watch es el nombre del robot diseñado y desarrollado por Adriá Juliá Juanola, alumno del Instituto de La Garrotxa, en Girona, que ha dedicado seis meses de "trabajo intensivo" a hacer realidad este proyecto. Una idea que nació cuando, en el último curso de Bachiller, realizó un trabajo de investigación –obligatorio en Cataluña–. Desde entonces, cada verano de los dos últimos años lo dedicó a desarrollar esta idea. El pasado mes de septiembre fue premiado en el Certamen de Jóvenes Investigadores celebrado en Málaga y seleccionado para representar a España en la XX Edición de los European Union Contest for Young Sciencists.

El robot diseñado por Adriá está concebido inicialmente como un robot de vigilancia, equipado con una cámara instalada en una cabina giratoria que le permite rotar 360 grados horizontalmente y hasta casi 180 verticalmente. Lleva también un láser de color verde –de ahí el nombre de Green Watch– para apuntar a objetos, una cámara web para grabar imágenes y un sensor de distancia en cada uno de sus cuatro costados. "Todos los materiales están hechos a medida, no hay nada al azar", asegura el joven catalán durante una entrevista con otr/press en la que explica el modo de funcionamiento de su robot, de unos 22 kilos de peso, forma cúbica y una altura de 48 centímetros.

El Green Watch está equipado con unas ruedas controladas por motores de los llamados "paso a paso" que le permiten moverse como si de un tanque se tratara y recibe las órdenes vía wi-fi gracias a un programa que ha diseñado el propio Adriá, que señala que también puede añadirse un módulo 3G y manejarlo a través de internet. Con dicho programa, el usuario puede seguir en un mapa de situación los pasos del robot, aunque "si lo dejamos que funcione de forma autónoma puede seguir haciéndolo sin ninguna comunicación con el exterior", explica el joven, que decidió estudiar un módulo profesional para hacer la parte "práctica" de la carrera a la que se quiere dedicar: la informática.

El programa de ordenador incluye un radar que muestra y advierte de los objetos cercanos al robot, que recibe las órdenes de movimiento a través del teclado del ordenador, un joystick instalado en el mismo o incluso a través del teléfono móvil, gracias a la tecnología bluetooth. Otra función "interesante", según Adriá, es que el usuario puede definir rutas "sencillas o complejas" que el robot puede seguir de forma autónoma. Sin embargo, añade, el verdadero "punto fuerte" de este programa informático que ha diseñado es que es capaz de "entender" los códigos que introduce el usuario, y si aparece un obstáculo, sortearlo y continuar con las órdenes que se le han dado o demandar nuevas órdenes.

"Esto, con el tiempo, abre las posibilidades a la inteligencia artificial", sostiene Adriá, que asegura que las posibilidades de su robot son "infinitas", ya que quedan a disposición de "la imaginación" de los usuarios. "Sin esta ventaja de que el usuario pueda escribir su propio código que el programa intérprete este invento no sería tan potente. Con esto se da vía libre a la imaginación y a introducir pequeños o largos códigos para que el robot lo haga de forma autónoma", explica el joven catalán, que añade que el programa permite al robot memorizar un trazado y repetirlo cuantas veces sea necesario, frenando o acelerando con una precisión "de milímetros".

Adriá cree que su robot puede tener múltiples funciones, desde "vigilar parkings o zonas industriales" a otras tareas mas complejas si se le incorporan elementos mas sofisticados. Por ejemplo, "con una cámara térmica podría utilizarse para vigilar las líneas de alta tensión y sus puntos calientes gracias al puntero láser" o "igual que esa máquina para localizar humo de incendios que tienen los bomberos en Cataluña, podría utilizarse este robot para patrullar los bosques, aunque tendría que ser una versión todoterreno, porque a este robot se le puede programar para reconocer el humo o lo que el usuario quiera".

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