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Bush intenta convencer a los senadores para que den luz verde al nuevo plan de rescate

El presidente George W. Bush se ha reunido con senadores de EEUU para que den luz verde al nuevo plan de rescate financiero que está a punto de ser sometido a votación, después que sus líderes acordaron añadir a la propuesta inicial límites a la subida de impuestos para las pequeñas empresas y las familias, así como un aumento del seguro que cubre los depósitos bancarios, en un intento por resucitar una iniciativa que fue rechazada por la Cámara de Representantes el pasado lunes. Bush intenta convencer a los indecisos antes de la votación.

El presidente George W. Bush se ha reunido con senadores de EEUU para que den luz verde al nuevo plan de rescate financiero que está a punto de ser sometido a votación, después que sus líderes acordaron añadir a la propuesta inicial límites a la subida de impuestos para las pequeñas empresas y las familias, así como un aumento del seguro que cubre los depósitos bancarios, en un intento por resucitar una iniciativa que fue rechazada por la Cámara de Representantes el pasado lunes. Bush intenta convencer a los indecisos antes de la votación.
(Libertad Digital) Es probable que el plan revisado, presentado por el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el líder de la minoría republicana Mitch McConnell, sea aprobado por la mayoría de la Cámara Alta, algo que presionaría a la Cámara de Representantes para que siga su ejemplo y envíe la iniciativa a la Casa Blanca para su firma final, tal como espera la Administración de EEUU
 
Los candidatos presidenciales, tanto el demócrata Barack Obama como el republicano John McCain, planeaban trasladarse por avión a Washington para sumarse a la votación en el Senado, como ya lo hizo el candidato por la vicepresidencia demócrata Joe Biden.
 
Obama pidió a "los demócratas y republicanos que se oponen" al plan de rescate de 700 mil millones de dólares de Wall Street, que revisen su posición y "hagan lo correcto por el país", pese a que la operación no goza de la simpatía popular.
 
"No permitiré que el plan de rescate sea un programa de bienestar para Wall Street", dijo Obama durante un mitin en La Crosse, Wisconsin, tras afirmar que "los tiempos de acuerdos amorosos con empresas como Halliburton han terminado", dijo el candidato demócrata.
 
Por su parte, McCain consideró que es "muy necesario" aprobar el plan de rescate financiero, con el fin de evitar lo que calificó de “catástrofe y un desastre
 
Dos enmiendas agregadas a la iniciativa -una serie de recortes fiscales a las empresas y una legislación para prevenir que más de 20 millones de contribuyentes de clase media sientan el aliento del Fisco, así como un aumento de la seguridad de los depósitos-  son los pilares con los que el secretario de Estado, Henry Paulson, quiere resucitar su plan de rescate y conquistar así el apoyo de los republicanos y demócratas que rechazaron la propuesta el pasado lunes.
 
No obstante, algunos senadores advierten que una rebaja de impuestos aumentaría los problemas para las finanzas públicas de EEUU, ya que, si el plan se aprueba, implicaría una inyección cuyo coste inicial se estima en 700.000 millones de dólares para adquirir la deuda de baja calidad de los bancos. El Tesoro dispondría de 350.000 millones de dólares de inmediato, y el resto tras una votación adicional en la Cámara, tal como avanzó LD.
 
Asegurar los depósitos
 
La iniciativa que votará el Senado incluye una propuesta que ha recibido el mayor apoyo de las últimas modificaciones realizadas: elevar el límite del depósito federal del seguro a los depósitos, que es de 100.000 dólares por cuenta bancaria en la actualidad, hasta los 250.000 dólares.
 
De momento, el presidente Bush se reúne este miércoles con los senadores estadounidenses para recabar apoyos en favor de su plan de rescate del sistema bancario antes de que se reúnan en la Cámara para votar las medidas. "Es vital que aprobemos el plan esta semana y limitemos un daño adicional a nuestra economía", afirma Tony Fratto, portavoz de la Casa Blanca.
 
Por otro lado, aseguró que la industria financiera del país sabrá reponerse y reconstruirse cuando pase la actual crisis. "Creo que seremos capaces de sobreponernos, que volverán con el gran talento que todavía existe, y que podremos recuperarnos", subrayó el portavoz presidencial.

Miedo a la recesión

Aunque los analistas, y el propio presidente de EEUU, no esperan que el plan solucione totalmente los problemas, tal como indicó este miércoles a Europa Press el director de asuntos económicos de la revista  The Economist, Edward Carr.
 
"La idea no es que este paquete de medidas salve a la economía de la recesión, probablemente no pueda, pero en cambio podría romper el ciclo de pánico y pesimismo que convierte a una recesión normal en una devastadora", señaló.
 
En este sentido, Carr pronosticó que la economía de EEUU se encamina hacia un periodo de crecimiento lento y apuntó que el precio de la vivienda tiene que volver a niveles "asequibles", mientras que el sistema financiero, que se "sobredimensionó" durante la ´burbuja´, necesita volver a un tamaño apropiado.
 
"El plan de Paulson no lo puede detener, ni debe, pero puede ayudar a prevenir una situación peor", dijo Carr. No obstante, advirtió del riesgo de que se produzca una escalada proteccionista, especialmente tras el plan de ayudas para la industria del automóvil de EEUU, que, en su opinión, fue confeccionado para que los tres grandes constructores estadounidenses sean beneficiados, mientras que las empresas extranjeras con presencia en EEUU no entran en el reparto.
 
Por otro lado, Carr admitió que EEUU "ha perdido mucha autoridad moral", aunque precisó que el riesgo moral a corto plazo es "pequeño", especialmente en comparación con "el riesgo y el coste de un pánico financiero en toda regla".

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