L D (EFE) Antonio Pelle, de 46 años, buscado por la justicia tras la matanza de Duisburgo, fue capturado mientras se escondía en un búnker en Ardore, una pequeña localidad cercana a San Luca. En 1998 fue condenado a 19 años de cárcel por asociación mafiosa, pero consiguió la absolución en el proceso de apelación.
Durante la operación, en la que participaron unos 50 agentes, fue arrestado también acusado de complicidad Giuseppe Varacalli, de 55 años, propietario del almacén bajo el que se había construido el búnker, dotado con sofisticados aparatos de seguridad, en el que se escondía el jefe mafioso.
Los Pelle-Vottari mantienen desde hace años una sangrienta guerra con los rivales del clan Nirta-Strangio. Ambas familias conviven en San Luca, pequeña localidad de la región sureña de Calabria, de menos de 5.000 habitantes.
Una guerra cuyo último acto fue el asesinato en Duisburgo de seis ciudadanos italianos vinculados con la familia Pelle-Vottari y que fue considerado una venganza por la muerte de María Strangio, la mujer del jefe del clan rival, en diciembre de 2006.