L D (EFE) El partido tiene numerosos alicientes. El regreso de Navarro a Estados Unidos, después de su paso por Memphis, el reencuentro con Pau Gasol, la presencia de Kobe Bryant y la posibilidad de convertirse en el primer equipo europeo que gana en Estados Unidos (el Barcelona ya ganó a Philadelphia en 2006) hacen del partido un desafío de altura para el equipo de Xavi Pascual.
Los jugadores del Barcelona afrontan el cuadrangular de Los Angeles conscientes de que sus resultados en el Staples Center serán lo de menos ante la "ilusión" que vive la plantilla por el hecho de jugar ante el subcampeón de la NBA y en una pista tan legendaria. "Es una manera de llevar el barcelonismo a Estados Unidos", explicó Xavi Pascual antes de emprender viaje a Estados Unidos. El entrenador barcelonista aseguró que el partido es una "cita histórica" para el Barça por la posibilidad de jugar ante "un equipo de la calidad y la tradición de los Lakers" que convierten el desplazamiento en "un acontecimiento marcado en rojo en nuestra agenda". Más allá del apartado puramente deportivo, el viaje del Barcelona a Estados Unidos servirá para acercar la marca "Barça" al mercado estadounidense.
La presencia de su presidente, Joan Laporta, y de un nutrido grupo de representantes del club ayuda a explicar la importancia que el club ha concedido a su expansión por EEUU, apenas unos días después de que el propio Laporta presentase ante la MLS (Major League Soccer) un proyecto para entrar a formar parte de la Liga estadounidense de fútbol.
A lo largo de este viernes la plantilla del Barcelona tiene previsto visitar una escuela en Los Angeles e incluso una cena de hermandad con los Lakers, además de una sesión de entrenamiento. El Barça jugará el sábado ante los Lakers (19.30 hora local) y el domingo, frente a Toronto Raptors o Los Angeles Clippers (16.30, hora local), en función del resultado de su primer partido, antes de regresar a España el próximo lunes.