L D (EFE) Ésa es una de las conclusiones que apunta la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en su Memoria de 2007, que desvela una disminución de la delincuencia juvenil en el tramo de 14 a 18 años y, por contra, un aumento de los delitos cometidos por menores inimputables, la mayoría de ellos de etnia gitana procedentes de países del Este, en especial Rumanía.
De acuerdo con los datos de la Fiscalía, en el año 2007 se archivaron 1.587 casos por tener sus autores menos de 14 años, lo que supone un aumento del 14% respecto al año anterior y más del doble que los contabilizados en el 2001. Asimismo, el año pasado se abrieron 1.273 diligencias a menores de 12 y 13 años, el 24% menos que en el 2006 -año en que hubo una amplia operación policial contra mafias rumanas-, pero el 42% más que las registradas en el 2002.
Ante ese aumento, la Fiscalía sostiene en su memoria que la Ley del Menor "cumpliría todavía más una función preventiva y rehabilitadora, al final mucho más beneficiosa para la sociedad que la simple represión" si se permitiera actuar penalmente a partir de los doce años, dentro de la jurisdicción de menores.
En la mayoría de casos, esos menores son utilizados por mafias que conocen nuestra legislación y la absoluta impunidad de que los niños disfrutan. Posteriormente, cumplidos los 14 años, muchos de ellos siguen delinquiendo, porque, apunta la Fiscalía, "ya se ha llegado tarde".
La Memoria alerta de que en los últimos años se ha triplicado el número de menores, sobre todo rumanos, que son explotados por mafias y que no se les puede considerar desamparados, ya que o están casados o mantienen una situación de emancipación de hecho o tienen contactos estrechos con una "amplia" familia.
La Fiscalía expresa su preocupación por el incremento de esos menores que "cometen un gran número de pequeños hechos delictivos, que en ocasiones son detenidos en varias ocasiones en un mismo día" y que, en cuanto se les empieza a intervenir, son trasladados de ciudad por las mafias que los explotan.