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Las crisis PP-UPN: Dos meses que rompen 17 años

Diecisiete años de fiel colaboración se han hecho añicos en poco más de dos meses. La crisis entre UPN y PP a cuenta de los Presupuestos deja en el aire la alianza del centro-derecha navarro, sobre todo tras la suspensión de militancia de Cervera y Del Burgo y las declaraciones de Cospedal en las que señala que el PP busca ya sede en Pamplona y apuesta por crear una gestora.

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Diecisiete años de fiel colaboración se han hecho añicos en poco más de dos meses. La crisis entre UPN y PP a cuenta de los Presupuestos deja en el aire la alianza del centro-derecha navarro, sobre todo tras la suspensión de militancia de Cervera y Del Burgo y las declaraciones de Cospedal en las que señala que el PP busca ya sede en Pamplona y apuesta por crear una gestora.
L D (J. Arias Borque) El primer cimiento de la crisis entre ambos partidos marcó el inicio del nuevo curso político. Apenas se desperezaba la casta política española de su regreso vacacional en los primeros días de septiembre cuando el presidente de Navarra y máximo dirigente de UPN sorprendía a propios y extraños en una entrevista en el Diario de Navarra. Era el 7 de septiembre, y pocos esperaban que la situación se tensase hasta el límite actual. Miguel Sanz no descartaba un apoyo de su partido a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2009 si el Gobierno Zapatero atendía sus demandas, como el Tren de Alta Velocidad, la modificación del Amejoramiento del Fuero o el traspaso de competencias de tráfico.
 
Veinticuatro horas después, la reacción institucional del PP a este hecho fue suave. El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, restó importancia a las palabras de Sanz y consideró que el presidente de UPN "no ha querido decir" que apoyará los Presupuestos. Más dura fue la respuesta desde la propia formación foralista. Jaime Ignacio del Burgo publicaba un día después de las palabras del presidente navarro un duro artículo en el diario El Mundo censurando a su presidente, y explicaba en declaraciones a Libertad Digital que el acuerdo entre PP y UPN impedía a los electos navarros en el Congreso abandonar la disciplina de voto popular en asuntos de interés general para España.
 
El 9 de septiembre, dos días después de las palabras de Sanz, Mariano Rajoy y el presidente de UPN se reúnen en Navarra. Nada se aclara y el líder del PP pasa apuros ante las preguntas de los periodistas. Busca desesperadamente a su jefa de comunicación para que ponga punto y final a las preguntas sobre las recién abiertas diferencias entre ambos partidos. El día 10, el diputado de UPN en el Congreso, Santiago Cervera, mostraba su esperanza en no tener que elegir entre su conciencia y lo que ordene Miguel Sanz.
 
Las aguas trascurrieron tranquilas hasta finales de mes, momento en el que el presidente de UPN afirma que los dos diputados de su partido "no serán obstáculo" para que España tenga en 2009 unos "buenos" Presupuestos frente a la crisis. Un día después, el 26, Miguel Sanz trasmite en un comida en Madrid a Mariano Rajoy que ordenará a sus dos diputados abstenerse en la votación de Presupuestos.
 
El día 30, el Gobierno Zapatero hace pública su estrategia de chantaje a UPN e incluye en los PGE un aumento de la inversión del Estado del 31,3 por ciento en Navarra. Entre estas inversiones, habrá 15 millones de euros para el tren de alta velocidad en la comunidad foral.
 
La crisis se formaliza
 
Con la llegada del mes de octubre, la crisis entre populares y foralistas se formaliza. El día 1, Miguel Sanz advierte en un artículo de opinión publicado en el Diario de Navarra que "es presidente para defender los intereses de Navarra, no del PP". Un día después, tanto Rajoy como Sanz vuelven a salir a la palestra. El presidente del PP confía en que "todos", incluida UPN, actúen "con sentido común" y haya una posición mayoritaria en contra de los Presupuestos. Sanz dice no entender por qué "en una situación tan delicada desde el punto de vista económico", los dos grandes partidos "no son capaces de ponerse de acuerdo".
 
El 3 de octubre, Jaime Ignacio del Burgo vuelve a unirse al diputado Santiago Cervera en sus críticas a Sanz y califica de "pecado mortal" los planes de Miguel Sanz. El día siguiente, los socialistas navarros continúan sus presiones chantajistas contra el presidente navarro y le retan a que no tenga "miedo de Rajoy".
 
El lunes 6 de octubre, el Consejo Político de UPN decide retrasar hasta el día 10 su decisión sobre el sentido del voto de sus diputados en el Congreso ante los Presupuestos. El líder del PP advierte a los foralistas que la decisión sobre los PGE "corresponde al PP".  El martes 7, Rajoy insiste en advertir que si UPN se desmarca en la votación será "bajo su responsabilidad". Sanz empieza a temer que alguno de sus diputados no acate sus instrucciones de voto. El día siguiente, Alberto Catalán, mano derecha de Sanz y secretario general de UPN, reconoce que en su partido hay "preocupación" por una posible ruptura con los populares.
 
Fijación de posiciones y traición en el Congreso
 
El jueves 9, día previo a la reunión del Consejo Político de UPN, Mariano Rajoy y Miguel Sanz se reúnen en Madrid. El líder del PP advierte a Sanz que el pacto se romperá si sus diputados se abstienen a la enmienda a la totalidad de los PSE. El líder de UPN insiste que ordenará esa abstención. Santiago Cervera vuelve a alzar su voz en Libertad Digital TV: "Mi valoración de los presupuestos es la misma que hace el PP". Veinticuatro horas después, UPN opta por la ruptura con el PP al decidir abstenerse en la votación de Presupuestos, después de que Miguel Sanz amenazase a su Consejo Político con dimitir si no respaldan su postura. Cervera y Del Burgo son las voces más críticas con el presidente de Navarra y UPN. El sábado 11, el primero de los electos foralistas en la Carrera de San Jerónimo desvela cuál será el sentido de sus voto. Carlos Salvador afirma que "acatará la decisión tomada por UPN" porque es "disciplinado".
 
La semana siguiente comienza con Mariano Rajoy llamando a UPN a reconsiderar su posición y con Miguel Sanz restando importancia a una posible ruptura del pacto PP-UPN. Además, el segundo de los diputados de UPN marca cuál será su sentido del voto durante la reunión del Comité Ejecutivo del PP: "Estaré a la altura". El martes 14, Santiago Cervera advierte que "sería un desastre" para UPN romper con el PP, mientras el presidente foralista le exige que abandone su acta de diputado si va a votar en contra de las instrucciones de UPN.
 
Durante los siguientes días, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta de UPN y alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, mantienen varios contactos para intentar allanar la situación. Pese a esto, el martes 21 de octubre, Miguel Sanz vuelve a dar un golpe en la mesa y UPN expedienta a Cervera y Del Burgo por sus críticas a la política foralista como previa a la jornada de votaciones.
 
El miércoles 22, el Congreso debate la enmienda a la totalidad contra los PGE presentada por el PP. Santiago Cervera vota junto al PP y Carlos Salvador sigue las ordenes de abstenerse marcadas por la dirección de UPN. Pese a la traición foralista, el PP tan sólo deja en suspenso su acuerdo. La reacción de Sanz ralla la indiferencia y recuerda veinticuatro horas después que "UPN ha estado sin el PP en un momento determinado".
 
El lunes 27, Unión del Pueblo Navarro hace estallar el acuerdo que mantenía con el PP al suspender cuatelarmente de militancia a Cervera y Del Burgo. La reacción de la calle Génova se produce veinticuatro horas después: María Dolores de Cospedal anuncia que el PP busca ya sede en Pamplona y los rumores sitúan a Jaime Ignacio del Burgo como presidente de la gestora del PP de Navarra.
 
Adiós a 17 años de acuerdo político
 
La ruptura entre UPN y PP significa el final del pacto suscrito por ambas formaciones en 1991, un acuerdo con el que se pusieron de acuerdo las familias de la derecha en Navarra y que suponía la desaparición del PP como tal en la Comunidad foral y la presencia de UPN en las instituciones nacionales a través de los populares.
  
La unidad no tuvo sobresaltos, con la excepción de que en 1995, quien fuera el primer presidente de Navarra por UPN, Juan Cruz Alli, lideró una escisión de la formación regionalista para crear CDN. En cualquier caso, hasta ahora la fórmula UPN-PP había funcionado sin graves incidencias, hasta que la votación de los Presupuestos Generales del Estado para 2009 desató el desencuentro entre UPN y PP, que ha llevado a la ruptura declarada este mediodía.
  
La ruptura es un hito más en la historia de UPN, el partido fundado en 1979 por Jesús Aizpún, ex diputado de UCD descontento con la inclusión en la Constitución española de la Disposición Transitoria Cuarta, que contemplaba la incorporación de Navarra a la comunidad vasca. Durante doce años, el partido de Aizpún se enfrentó electoralmente a las secuelas que quedaron tras la desintegración de UCD, representadas entre otras formaciones por Alianza Popular o el Partido Demócrata Popular.
  
En 1987, las elecciones forales depararon el siguiente panorama para el centro derecha: 14 escaños para UPN, cuatro escaños para CDS, tres escaños para Unión Demócrata Foral y dos escaños para Alianza Popular. Las elecciones fueron ganadas por el PSN, con 15 asientos. Tras esta tesitura, la derecha acudió unida a las elecciones de 1991, tras el pacto que suscribieron ese mismo año Jesús Aizpún y Juan Cruz Alli, por parte de UPN, y José María Aznar y Jaime Ignacio del Burgo, por parte del PP.
  
En esta ocasión, UPN ganó las elecciones con 20 escaños y desde entonces ha sido siempre la primera fuerza en el Parlamento de Navarra. No obstante, en este periodo de hegemonía, UPN estuvo fuera del Gobierno merced al acuerdo que alcanzaron en 1995 CDN, escindido de los regionalistas, PSN y Eusko Alkartasuna. Sin embargo, en esa misma legislatura, UPN recuperó el Gobierno tras la dimisión del presidente, el socialista Javier Otano , y se ha mantenido en el poder hasta la actualidad.

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