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Boyer dice que España se enfrenta a una "pedazo de recesión"

Hasta el ex ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer cuestiona los Presupuestos del Gobierno (que anuncian un crecimiento económico del 1% en 2009). Boyer afirma que España se enfrenta a “una pedazo de recesión” y defiende el gasto público frente a las bajadas de impuestos.

Hasta el ex ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer cuestiona los Presupuestos del Gobierno (que anuncian un crecimiento económico del 1% en 2009). Boyer afirma que España se enfrenta a “una pedazo de recesión” y defiende el gasto público frente a las bajadas de impuestos.
(Libertad Digital) El ministro de Economía durante el primer Gobierno de Felipe González, considera que el PIB caerá durante el primer trimestre del próximo año para cerrar el ejercicio con un “crecimiento cero”, en contra de lo planteado por el Ejecutivo en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009, que apuntan a una subida del PIB del 1%.
 
Boyer señaló que España se enfrenta a “una pedazo de recesión”, pero descarta que la solución para capear el temporal se encuentre en la austeridad de las cuentas públicas.
 
Durante la conferencia inaugural del XVII Congreso Nacional de Auditoría, defendió el incremento del gasto público porque “tiene un efecto multiplicador” en la economía. Por ello, criticó las bajadas de impuestos, en su opinión “la austeridad es para tiempos de auge”.
 
En este sentido, el que fuera responsable de la política económica española desde 1982 hasta 1985, manifestó la necesidad de elevar la inversión pública en infraestructuras para ayudar al sector de la construcción a remontar el vuelo y que puedan pagar los créditos que deben a las entidades financieras.
 
Este sector, para Boyer, es el “talón de aquiles” de la economía española por su capacidad actual para destruir empleo.
 
Boyer dijo que el “problema más grave” es el paro  -España ha destruido 800.000 empleos en los últimos doce meses- e instó al Gobierno a ayudar a que “las personas que tienen hipotecas puedan terminar de pagarlas”.
 
Pide al Gobierno que compre activos tóxicos
 
En cuanto al plan de rescate de los bancos y cajas de ahorros, el ex ministro consideró indispensable garantizar todos los depósitos de los clientes, por lo que calificó como “insuficiente” el aumento de las garantías hasta los 100.000 euros por cuenta y cliente, aprobado por el Ejecutivo.
 
Algo imposible, porque en España el volumen de depósitos de los ciudadanos supera los 2 billones de euros, más del doble que el PIB.
 
La explicación que da Boyer a esta crítica es que, en el caso de que algún banco fuera insolvente, será el propio Gobierno el que tenga que rescatarlos, por lo que no garantizar la totalidad de los depósitos “carece de sentido”. Al fin y al cabo, siempre estaría el Estado (con el dinero de los ciudadanos) para ayudar a las entidades financieras, explicó el ex ministro.
 
Respecto al fondo de adquisición de activos de 30.000 millones de euros (ampliable a 50.000), Boyer defiende que el Gobierno se haga cargo de los activos de peor calidad –los denominados tóxicos- con una calificación inferior a la triple A (la mayor del mercado).
 
A su juicio, al sólo querer productos rentables, el Estado no permite a las entidades deshacerse de los activos que no desean en su balance. Una muestra más de la visión que tiene el ex ministro sobre el papel del sector público y la propiedad del dinero del Estado.
 
"Regalos por barba"
 
En cuanto a las inversiones en infraestructuras, consideró que "siguen siendo insuficientes" en España, mientras que "en cambio, la teoría económica nos enseña que inyectar renta, bien bajando impuestos o bien haciendo un regalo por barba tiene un multiplicador que no llega ni a la mitad del que tiene el gasto público por ejemplo en construcción".
 
Preguntado por el déficit de las cuentas públicas estatales, Boyer afirmó que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2009 "es muy austero, probablemente temiéndose que el crecimiento va a ser todavía menor del que está previsto" en esas cuentas, y "sabiendo que va a haber más gasto público y menos ingresos públicos por la propia evolución de la crisis", de modo que "el déficit va a ser mayor".
 
En cuanto al futuro de la economía española, el ex ministro expresó su desacuerdo con quienes auguran "un futuro mediocre, con retraso y divergencia respecto al resto de países" por la desaparición de los "estímulos" que conllevaron el auge de la construcción, la gran cantidad de mano de obra inmigrante y las cuantiosas transferencias de la Unión Europea.
  
En este sentido, incidió en que esa postura "no tiene en cuenta el dinamismo mostrado en los últimos 20 años por la economía española", con unos crecimientos del PIB "extraordinariamente buenos" que le llevaron a recortar la distancia con Francia hasta el 60 por ciento, y con Italia, hasta "solamente un 40 por ciento".
 
Boyer auguró que España seguirá recibiendo un flujo de inmigrantes "bastante considerable", de modo que si bien "no es verosímil" que se pueda "encajar 700.000 personas al año y encontrar trabajo", "habrá una inmigración que será estimulante" porque ocupará los nuevos puestos "que los españoles no ocupan por las buenas", en sectores como el agrario o de la construcción, con lo que "mantendrá una flexibilización del mercado" y "seguirá sosteniendo el consumo y la construcción de viviendas", aunque "en menor cuantía", matizó.
  
Asimismo, consideró "esperanzador" que España sea "uno de los países desarrollados que más ha invertido", con entre un 28 y un 30 por ciento de su PIB, frente al 22 por ciento de media de los países de la zona euro o el 19 por ciento de Estados Unidos, una tendencia que, según dijo, "ha continuado en el primer semestre" de 2008.
 
La burbuja del ladrillo
 
Respecto a posibles críticas por destinar "una parte muy grande" de la inversión a la construcción residencial, sostuvo que para un país como España "es perfectamente lógico" tener mucha actividad en este campo por el gran crecimiento registrado por el PIB por habitante.
 
Subrayó que de cara al futuro, el sector de la construcción "tendrá que ceder un par de puntos", que deberán ser absorbidos por el sector servicios, pero "no hay razón para que desaparezcan muchos de los impulsos de los últimos años" ni "el dinamismo de los últimos 20 años", insistió Boyer.
 
Finalmente, el ex ministro dijo que "hace falta mejorar la educación de los españoles, no sólo en I+D+i", sino para lograr "una educación secundaria razonable y una enseñanza profesional universitaria".
 
 

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