L D (EFE) El 'Kun' ha cerrado su semana mágica particular. Si el lunes fue obsequiado con el trofeo EFE al mejor jugador iberoamericano de la liga española en el curso pasado y el martes el padre de su novia fue nombrado seleccionador de Argentina, ante el Mallorca volvió a demostrar que es el alma del Atlético.
Sabían los rojiblancos que no podían permitirse un nuevo tropiezo. Querían dar carpetazo definitivo a la dura cuesta de octubre, la que le hizo sucumbir bruscamente y de forma consecutiva ante Sevilla, Barcelona y Real Madrid y que concluyó con un empate en Villarreal. Un punto que no opaca un mes negro que estuvo cerca de clausurar el mandato de Javier Aguirre como técnico del equipo. El mexicano cumplió su envite número 85 al frente del club madrileño, cifra con la que supera a José Villalonga y se convierte en el quinto entrenador que más partidos ha dirigido a los rojiblancos, por detrás de Luis Aragonés, Ricardo Zamora, Radomir Antic y Helenio Herrera.
El Mallorca es un equipo en reconstrucción después de las numerosas y valiosas bajas que sufrió en el verano. Gregorio Manzano, su experimentado estratega, sigue inmerso en el difícil proceso de reforma de un grupo que fue muy competitivo y que ha perdido calidad. No pudo contar el profesor Manzano, a pesar de sus quejas, con José Manuel Jurado ni el brasileño Cleber Santana, dos rojiblancos cedidos en la filas mallorquinistas cuyo contrato les impedía el enfrentamiento con sus propietario. Sí lo hizo otro ex atlético, el centrocampista Mario Suárez, que está traspasado.
Sin embargo, la gran referencia de los mallorquines es Juan Arango. El venezolano aporta la calidad en un conjunto escaso de ella y en el que el ex delantero del Athletic Aduriz intenta hacer olvidar a Dani Guiza, ahora en el fútbol turco. El Mallorca pobló el centro del campo para impedir la entrada de los rojiblancos e intentó a base de pelotazos aéreos poner en aprietos a Leo Franco. Y lo consiguió, especialmente porque el Atlético vivió y ganó por la calidad que atesoran sus delanteros, pero volvió a descubrir una tremenda debilidad defensiva, sobre todo el holandés John Heitinga, que, sin duda, no está en su mejor momento.
Por eso, Aritz Aduriz asustó en el minuto 3 y sólo uno más tarde lo hizo Fernando Varela. Fueron ocasiones visitantes provocadas por fallos defensivos que levantaron tímidos silbidos en la grada. Pero en el minuto 14 apareció Agüero para firmar una nueva genialidad. El argentino recibió un pase con la cabeza de Diego Forlán y levantó el balón a la salida de Moyá con maestría y suavidad para hacer el 1-0. Un golazo, que recordó a los que firmaba Romario. No tardó mucho Agüero en poner tierra de por medio. En el minuto 28 supo estar en el sitio adecuado para empujar a la red un disparo fallido de Forlán. Era la cuarta diana del 'Kun' en la Liga y el octavo en su cuenta particular esta temporada.
En el segundo acto, al Mallorca no le quedó otra que intentar acercarse más al área contraria, y salió decidido a ello, pues Aduriz estrelló un balón en el larguero en el minuto 47 y Mario Suárez obligó a un paradón a Leo Franco poco después (m.56). El Mallorca tenía el cuero y rozaba el tanto, pero al Atlético no parecía preocuparle en exceso, pues buscaba la sentencia definitiva al contragolpe.
No lo hizo, y enfadó al público, que temía por el resultado, a pesar del 2-0. Los rojiblancos se confiaron con el holgado tanteador y dejaron pasar el tiempo sin más hasta completar un segundo tiempo muy malo, en el que el Mallorca mereció un tanto que le metiese de nuevo en el partido. Un gol que rozó Webó con un disparo tremendo al que respondió con brillantez Leo Franco, que salvó a su equipo en los últimos minutos con otra meritoria intervención ante Aduriz. Sin embargo, los visitantes pagaron su falta de acierto, el mismo del que disfrutó el 'Kun', que puso de nuevo al Atlético en la senda de la victoria.
Sabían los rojiblancos que no podían permitirse un nuevo tropiezo. Querían dar carpetazo definitivo a la dura cuesta de octubre, la que le hizo sucumbir bruscamente y de forma consecutiva ante Sevilla, Barcelona y Real Madrid y que concluyó con un empate en Villarreal. Un punto que no opaca un mes negro que estuvo cerca de clausurar el mandato de Javier Aguirre como técnico del equipo. El mexicano cumplió su envite número 85 al frente del club madrileño, cifra con la que supera a José Villalonga y se convierte en el quinto entrenador que más partidos ha dirigido a los rojiblancos, por detrás de Luis Aragonés, Ricardo Zamora, Radomir Antic y Helenio Herrera.
El Mallorca es un equipo en reconstrucción después de las numerosas y valiosas bajas que sufrió en el verano. Gregorio Manzano, su experimentado estratega, sigue inmerso en el difícil proceso de reforma de un grupo que fue muy competitivo y que ha perdido calidad. No pudo contar el profesor Manzano, a pesar de sus quejas, con José Manuel Jurado ni el brasileño Cleber Santana, dos rojiblancos cedidos en la filas mallorquinistas cuyo contrato les impedía el enfrentamiento con sus propietario. Sí lo hizo otro ex atlético, el centrocampista Mario Suárez, que está traspasado.
Sin embargo, la gran referencia de los mallorquines es Juan Arango. El venezolano aporta la calidad en un conjunto escaso de ella y en el que el ex delantero del Athletic Aduriz intenta hacer olvidar a Dani Guiza, ahora en el fútbol turco. El Mallorca pobló el centro del campo para impedir la entrada de los rojiblancos e intentó a base de pelotazos aéreos poner en aprietos a Leo Franco. Y lo consiguió, especialmente porque el Atlético vivió y ganó por la calidad que atesoran sus delanteros, pero volvió a descubrir una tremenda debilidad defensiva, sobre todo el holandés John Heitinga, que, sin duda, no está en su mejor momento.
Por eso, Aritz Aduriz asustó en el minuto 3 y sólo uno más tarde lo hizo Fernando Varela. Fueron ocasiones visitantes provocadas por fallos defensivos que levantaron tímidos silbidos en la grada. Pero en el minuto 14 apareció Agüero para firmar una nueva genialidad. El argentino recibió un pase con la cabeza de Diego Forlán y levantó el balón a la salida de Moyá con maestría y suavidad para hacer el 1-0. Un golazo, que recordó a los que firmaba Romario. No tardó mucho Agüero en poner tierra de por medio. En el minuto 28 supo estar en el sitio adecuado para empujar a la red un disparo fallido de Forlán. Era la cuarta diana del 'Kun' en la Liga y el octavo en su cuenta particular esta temporada.
En el segundo acto, al Mallorca no le quedó otra que intentar acercarse más al área contraria, y salió decidido a ello, pues Aduriz estrelló un balón en el larguero en el minuto 47 y Mario Suárez obligó a un paradón a Leo Franco poco después (m.56). El Mallorca tenía el cuero y rozaba el tanto, pero al Atlético no parecía preocuparle en exceso, pues buscaba la sentencia definitiva al contragolpe.
No lo hizo, y enfadó al público, que temía por el resultado, a pesar del 2-0. Los rojiblancos se confiaron con el holgado tanteador y dejaron pasar el tiempo sin más hasta completar un segundo tiempo muy malo, en el que el Mallorca mereció un tanto que le metiese de nuevo en el partido. Un gol que rozó Webó con un disparo tremendo al que respondió con brillantez Leo Franco, que salvó a su equipo en los últimos minutos con otra meritoria intervención ante Aduriz. Sin embargo, los visitantes pagaron su falta de acierto, el mismo del que disfrutó el 'Kun', que puso de nuevo al Atlético en la senda de la victoria.
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid, 2: Leo Franco; Antonio López, Perea, Heitinga, Pernía; Assunçao, Maxi, Maniche, Simao (Luis García, m.87); Forlán (Sinama, m.66) y Agüero (Raúl García, m.81)
RCD Mallorca, 0: Moyá (Lux, m.46); Josemi, Ramis, David Navarro, Corrales; Varela, Martí (Webó, m.81), M. Suárez, Scaloni (Trejo, m.46); Arango y Aduriz
Goles: 1-0, m.14: Agüero; 2-0, m.28: Agüero
Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Heitinga y Pernía, del Atlético de Madrid; y a Scaloni y Martí, del Mallorca
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 35.000 espectadores