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Zapatero, sobre la silla de Sarkozy: "Lo que no me cabe en la cabeza es estar de pie"

La reunión que el G-8 y el G-20 celebrarán en Washington el próximo 15 de noviembre para buscar soluciones a la actual crisis económica mundial, sigue preocupando al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo que nuestro país reúne las condiciones necesarias para asistir y descartó que la administración de George Bush haya recurrido al formato del G-20 para excluir a España.

La reunión que el G-8 y el G-20 celebrarán en Washington el próximo 15 de noviembre para buscar soluciones a la actual crisis económica mundial, sigue preocupando al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo que nuestro país reúne las condiciones necesarias para asistir y descartó que la administración de George Bush haya recurrido al formato del G-20 para excluir a España.
(Libertad Digital) En una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, Zapatero incidió en que fueron la Unión Europea junto con la Administración Bush quienes "han concebido el formato para esa cumbre que tenía que atender a algún criterio y lo lógico era recurrir a algún formato de los preestablecidos". "En esta coyuntura era más difícil crear uno nuevo" por lo que se optó por el G-20 que también tenía "una dificultad, que España, que es la octava economía del mundo, no está, pero seguro que también hay otros gobiernos que también piensan que deberían de estar", añadió.

Así las cosas, "no se trata de decir que no se invita o se deja de invitar" a un país sino que "el formato es el G-20, para bien o para mal". Por ello, consideró que "no hay intención de nadie para que España no esté". Sin embargo, a su modo de ver, "España reúne unas cualidades muy singulares para deber estar en esa reunión y confío en que esto se abra camino y no tengo ninguna sensación de que alguien quiera decir no a la presencia de España".

En este sentido, preguntado sobre si la victoria del candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, podría jugar a favor de la presencia española en Washington, el presidente del Gobierno recordó que quien gane mañana "tendrá competencias a partir de enero". De la misma opinión se mostró Barroso, que como ya ha hecho en ocasiones anteriores, reiteró su apoyo "a la presencia de España en la cumbre de Washington" porque, dijo, "es importante no sólo para Europa sino para la comunidad internacional". En opinión del presidente de la Comisión, "sería un error el pensar que esta decisión es contra España" o que existe "una actitud antiespañola".

"Confío en que al final se encontrará una solución", aseveró porque, dijo, "España, por razones evidentes debería participar". A este respecto, destacó que España ha sido "un ejemplo de progreso económico y social en las últimas décadas", en buena medida gracias a su pertenencia a la UE, y subrayó que ésta "necesita una España que ejerza liderazgo".

Por otra parte, en cuanto a si el presidente francés, Nicolas Sarkozy, podría ceder al Gobierno español una de las dos sillas que le corresponderían en la cita de Washington --una por ocupar la presidencia de la Unión Europea y otra como miembro del G-20--, Zapatero se limitó a afirmar: "lo que no me cabe en la cabeza es estar de pie, en alguna silla hay que estar".

Ayer, el consejero especial de Nicolas Sarkozy, Henri Guaino, confirmó que existe la opción de "proponer a Zapatero ocupar el asiento de Francia, porque Francia tiene dos en esa reunión, una en tanto que presidencia de la UE y otra como miembro del G-8" y que precisamente el presidente francés "ha propuesto que España, octava potencia económica mundial, pueda estar presente con el asiento de Francia". Además, indicó que, el Gobierno francés, también asociará "al Gobierno de Países Bajos, que preside actualmente el G-10". Asimismo, tras agradecer el apoyo de Barroso, el presidente del Gobierno pidió hoy "tener la prudencia suficiente para que los acontecimientos se desarrollen de manera natural y que nuestras declaraciones contribuyan a ese objetivo".

Por otra parte, los dos coincidieron en el papel preponderante que la Unión Europea está desempeñando en estos momentos de crisis, tanto a nivel económico como político, como lo demostró la guerra entre Georgia y Rusia de este verano. Respecto a esta cuestión, Zapatero reclamó la "coordinación" de los distintos gobiernos europeos puesto que, dijo, "los grandes problemas del siglo XXI son problemas globales que nos afectan a todos". Para el presidente del Gobierno, es necesario "sumar todos los esfuerzos y todos los activos políticos y de gobiernos" para que haya una respuesta más eficaz.

En cuanto a la reforma del sistema financiero, para la que "se pondrá la primera piedra en Washington", Zapatero abogó por que "se parta de lo que ya tenemos", como son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, pero que haya "una impronta europea". Para ello, añadió, hace falta que "la UE defina una posición común sobre cuál es el sistema financiero necesario en un mundo globalizado y para dar tranquilidad en el futuro a inversores y ciudadanos". A su juicio, en los dos últimos meses, "hemos comprobado en nuestras carnes, tanto ciudadanos como gobiernos, que el foco de esperanza se llama Unión Europea" e incidió en que "el tener el euro está siendo una garantía".

Por su parte, Barroso agradeció "el compromiso europeo" de España y recordó que la reunión del Eurogrupo donde "se fraguó el plan europeo para atajar la crisis financiera" partió de una propuesta de Zapatero. El presidente de la Comisión Europea coincidió en que son necesarias "soluciones globales" a la crisis financiera mundial e incidió en que es necesario que "en el terreno económico exista la misma coordinación que a nivel financiero" en el seno de la UE.

Para ello, indicó, la CE está "dispuesta a trabajar con todos los gobiernos" pero, previno, "el voluntarismo está bien pero el voluntarismo coordinado está mejor". "O nadamos juntos o nos ahogamos juntos", advirtió ilustrativo, insistiendo en que "podemos tener resultados mejores si lo hacemos juntos" e incluso, añadió, con los "recursos" de los que disponen tanto España como la UE, se puede salir de la crisis "reforzados". Además, dijo que, en lo que respecta a la reforma del sistema financiero, España "ha presentado un documento que estamos discutiendo en el ámbito europeo" y lo definió como "muy interesante". En su opinión, "España puede hacer una gran contribución porque tiene una experiencia muy interesante en materia de gestión y supervisión financiera".

Por último, el presidente del Gobierno aprovechó para alabar el papel desempeñado por Durao Barroso, de quien resaltó que "siempre ha sido una persona que ha escuchado al Gobierno español" por su "sintonía ibérica", y para prometer que España apoyará su reelección al frente de la Comisión Europea. "A mí me gustaría que estuviera nuevamente al frente de la Comisión Europea para un nuevo mandato", aseveró, transmitiéndole que podrá contar con su "respaldo para esa tarea".

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