...para alegrarnos el corazón (esto se lee mejor si le ponemos de fondo la mortal insistencia de las melodías de George Dam). Y es que los monos, que han decidido en esta nueva temporada no pactar –al menos en el primer miércoles de nominaciones-, pasan sus horas muertas jugando a las parejitas, a los bailes juveniles y también a los médicos.
Fayna c´est moi, la superdivinadelamuerte Marta y Fran el de los guarrillos, son los tres primeros monos nominados. Quizá para aliviar la tensión, el grupo pasó las últimas horas estrechando relaciones. Karola la grillo y Alonso el marino sin mar han decidido zambullirse en el erótico mundo del masaje sin límites. ¡Tengo miedo, quiero dormir contigo! Exclama el marino penitente, y la grillo, enternecida, le deja al mono entrar en su cama.
Kayet el mudo y Mari la potingues (la Mari tiene tela, oigan) prefieren el juego de las cocinitas. El mono guisa, la mona le pone el delantal y en tan arduo trabajo se vuelven a deslizar roces eternos.
Otra parejita que nos pone los ojos como platos: Emilio el submundos y la superdivinadelamuerte Marta. ¿Puede existir en este loco mundo una pareja más antónima? Ya ven, la tele produce estos raros experimentos.
¿Qué esconde la caja fuerte?
Los organizadores de la Casa de los Horrores, en un nuevo alarde de ingenio, han deslizado en el interior de la jaula un mudo elemento. Una caja fuerte. Los monos merodean por ahí intentando descifrar la combinación milagrosa. Les han prometido premio. El que la abra, se lleva el plátano.
Predicciones
No hay que correr mucho para saber ya a quién retirar de tan sutil experimento. Ahí va mi avance de cómo debieran ser las mutilaciones. Carlos el gincho, Emilio el submundos y Mari la potingues son a priori los macacos que más me alteran las venas. Pero como hay que hablar de lo que es, más que de lo que tendría que ser, les avanzo que el miércoles sale la superdivinadelamuerte. Veremos.
Esa noche de rasgadas platas
No es que llueva, no crean que a mí ha llegado la poesía al volverme a reencontrar con los monos. Sólo es que la noche, ¡tendencias! nos regaló a unas monas emplumadas, pintados de vastos destellos los contornos de sus ojos. La eterna Milá -estoy seguro de que ha cambiado de estilista- también se apunta a la nueva ola y se calzó unos indescriptibles y blancos pantys ¿o eran pantalones?
Juguemos al Bimbóm, bimbóm...
En Sociedad
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