¿Me he vuelto loco? La campaña acaba de terminar, a Dios gracias. ¿Cómo puede anunciársenos una nueva?
La campaña concluida es la vasca, y de la que empiezan a aparecer los primeros síntomas es la que debe conducirnos, dentro de algo menos de tres años, a la renovación de las cámaras legislativas de la nación, y acaso, a la constitución de nuevo gobierno. ¿Dónde está ese síntoma primero y precursor? Sabido es que, para José María Aznar, el último empujón se lo supuso el anuncio de reducción de impuestos. Pues, su severa competencia, el PSOE, nos llega ya con un primer proyecto de reducción de impuestos, con la extraordinaria novedad de un tipo único.
¿Por qué no? ¿No hay un tipo único de IVA? Pues también para el IRPF. Una vez que los socialistas llegaron a la conclusión de que “rebajar impuestos es de izquierdas”, ¿por qué no va a ser socialista, o liberal-socialista, imponer la misma tasa a todos y cada uno de los conciudadanos, equiparándolos a todos?
Llega la gran revolución, ya verán. Y sorprenderá al PP meditando, o en mediode una gran bronca, sobre quién pudiera suceder a Aznar en la cabecera del cartel electoral.
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