La estrategia que parece llevar a cabo el PP gobernante ante el PSOE opositor, en los últimos tiempos, no parece especialmente feliz.
Hace el PSOE una propuesta de reforma fiscal y el PP de Aznar, Rato y Montoro se ríen sin disimulos, y sin la elegancia, siquiera, de examinar si tiene algo válido en su interior. Dicen los megabancos BSCH y BBVA que no está mal la propuesta socialista, y Rato y Montoro vuelven a sonreír y se “cachondean” de esos bancos. Viaja Zapatero a Bruselas y hace entrega a Prodi de una propuesta sobre la futura Constitución de la Unión, sobre su presupuesto, sus impuestos específicos, y Aznar entiende que son “meras ocurrencias”, que demuestran la inmadurez del líder socialista.
Alguien, con autoridad, debiera advertir a los populares gobernantes que no están ejerciendo la estrategia más feliz. Desacreditar, de antemano, al opositor no conduce a ninguna parte. A lo mejor el PP no está siempre y por sistema en posesión de la verdad absoluta. A lo mejor está sucediendo que el PSOE le está tomando la iniciativa en cuestiones cruciales, antes las que el PP, sencillamente, no sabe-no contesta...
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