En la historia de la televisión habrá una nueva pantera de estilizados ademanes, impresionantes ojos y sutiles maneras, como aquella Bagheera de El Libro de la Selva. Sabrina miraquesoyfina tiene que ganar este miércoles. Ella, Mari la potingues y Fran el de los guarrillos son los finalistas del horror 2001. Si no ganase la serena y Fran le robase el triunfo, se repetiría la jugada del pasado año cuando Ismael el surfero molón le robaba la gloria a la garza ebria Ania.
Si hace semanas ya pronosticábamos en estas crónicas el nombre de los tres finalistas, espero que no nos equivoquemos y lancemos a Sabrina al nuevo mundo de las estrellas. Al menos, en esta ocasión, el triunfo será merecido. Y es que esta pantera es un cúmulo de buenas sensaciones. No ha sido difícil elegir a un favorito (lo hice hace tiempo) entre tantos y tan estúpidos macacos, pero justo es decir que los finalistas responden a los perfiles más lógicos de un posible ganador. Fran tiene su gracia, Mari sentimientos y Sabrina educación y dulzura.
El calor de un reencuentro
Llegó Ángel telojuroporsnoopy al salón de la Milá apenado y nervioso. Y allí estaba él, Kayet el mudito llorón, para escampar la tormenta de sus pesadillas. Se fundieron en un abrazo sordo pero cálido -como los amantes prohibidos que fueron- y el monito recién expulsado volvió a mostrar unos dientes que ni lavados con colón para la ocasión. "Le quiero" dijo el angelito, y el amigo amante, disfrazado de noche, le lanzó un beso.
"La amistad también es un flechazo" sentenció la Milá para quitar hierro a sus palabras de la pasada semana. No dudo de los buenos sentimientos de estos dos monitos (los amigos están para quererlos) pero ¿y qué pasa con Sabrina? ¿Quién enciende el juego del embuste? Todo puede ser un flechazo, sólo que hay que saber siempre quién lanza las flechas y qué herido corazón las recibe.
Todo acaba
Quizá los organizadores del mal -después de tantas meteduras de pata- se han esforzado en agasajarnos con un triunfo más elegante que en la pasada edición cuando un paleto, ignorante y reteñido, se paseó por España con un bañador sudado para gritarnos lo bonito que es la incultura. Siempre nos quedará una estupenda reflexión: Pese al empeño de los jefes de esta Casa de los Horrores podemos afirmar que, afortunadamente, la juventud española está muy por encima del sentir, el pensar y el comportarse de muchos de los impresentables monos que han poblado nuestras pantallas.
Una adelfa entre el orégano del monte
Ni en el monte todo es del sabor de la especia, ni el veneno de las adelfas nos evita sucumbir a su belleza. Ha habido mucho bruto, mucho guarro y mucho inculto en este juego del horror que ya espira. Pero sobre todo hay y habrá un ser que sigue por encima del resto de los mortales, un veneno, mi prima la Milá. Es la reina de la indiferencia y para eso hay que tener muchas tablas. Ella se sigue empeñando en hacer de un segundo televisivo un gigantesco dislate, una mentira, o una pura interpretación. Le hemos dicho de todo y ahí sigue. Enhorabuena. Que alguien reserve a esta mujer un trofeo para la final. Yo pongo la placa: "A la constancia". Sin acritud.
La nueva Bagheera
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