Desde hace una semanas, Máximo Pradera está concediendo entrevistas provocadoras a la prensa escrita con el objetivo de crear la mayor expectación ante el estreno de su programa nocturno en Antena 3. Su estrategia de promoción del nuevo espacio se ha basado hasta ahora en establecer malévolas comparaciones con “Crónicas marcianas” y en lanzar dardos envenenados contra Javier Sardá. De este modo, pretende crear un clima de morbosa rivalidad que podría beneficiarle durante los primeros días de emisión del programa. A pesar de haber reiterado que no quiere copiar la fórmula de sus rivales en la misma franja nocturna, Pradera ha declarado en tono de broma que su programa ofrecerá basura sin aditivos ni colorantes. Es decir, sin la disimulada mala conciencia que siempre ha caracterizado a Sardá.
Siguiendo con las comparaciones odiosas, Pradera también ha manifestado que piensa ofrecer “glamour” y “estilazo” con personajes como Antonia Dell´Atte, frente al sexo de garrafa y motel de carretera que ofrecen Ivonne Reyes y otras señoras descocadas en el programa rival. Sin embargo, ha preferido no presentar a Paco Clavel como alternativa a Boris Izaguirre, para no reconocer que va a copiar con descaro la rentable fórmula del petardeo gay.
En su afán de crear un clima casi pugilístico, el millonario fichaje de Antena 3 se ha atrevido incluso a ironizar sobre las menguadas dimensiones de los atributos viriles de Javier Sardá, como si la entrepierna fuese decisiva para liderar la audiencia. La provocación, muy racial pero poco ingeniosa, no ha sido respondida por Sardá, que se mantiene bien calladito y aguanta con estoicismo las burlas del chaparrón promocional de su rival. Una inteligente estrategia, pues la confrontación directa entre los dos presentadores beneficia más al debutante. Pese al encomiable silencio que ha mantenido, Sardá tendrá que templar los nervios para no responder a tan calculadas provocaciones. En todo caso, no está nada mal que el presentador catalán tenga ahora que soportar las impertinencias y procacidades del enemigo, después de haber explotado en su programa la burla cruel contra pobres insensatos ávidos de fama, como Tamara, Leonardo Dantés o Tony Genil. Al parecer, la justicia también existe en televisión.
Max ataca, Sardá calla
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