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José Vilas Nogueira

Incultura y amoralidad

Como Zapatero se supera a sí mismo día a día sorprende incluso a sus críticos más radicales. Así, algunos de estos interpretaron lo de "sesgar" como un lapsus línguae, un "acto fallido". Pero no lo parece.

Con el 250 aniversario del nacimiento de Mozart amenazaba el año con excesos sinfónicos, alardes operísticos y otros prodigios armónicos. Algún ilustre músico ya se lamentó por ello con argumentos razonables, aunque exagerados pues desgraciadamente no todos estamos a la altura del genio de Salzburgo ni siquiera como oyentes. El año nos ofrece otra conmemoración famosa. Freud, vienés de adopción, nació justamente cien años después de Mozart. Consiguientemente, la celebración del nacimiento del médico se verá siempre ensombrecida por la del músico, lo que no está mal si atendemos a los humores de sus respectivos genios, adusto el del psicoanalista y gozoso el del compositor.

Si Zapatero y su menesterosa corte monclovita tuviesen un adarme de cultura podían alentar entre sus bárbaros aliados alguna consideración por Mozart. Incluso, pro domo sua podrían presentar "El rapto del serrallo" como un divertido precedente de la alianza de civilizaciones, ahora que el jefe de la Moncloa se escribe con el turco. Pero, dada su entera incompetencia, mejor no lo hagan, no vaya a ser que provoquen involuntariamente la tercera guerra mundial.

Pues es el caso que el jefe monclovita, en acto de la mayor solemnidad dedicado a la memoria de don Francisco Tomás y Valiente, presidente que fue del Tribunal Constitucional, asesinado por la ETA, dijo con su boba solemnidad que la violencia ha "sesgado" la vida de muchas personas y que no es hora de "sesgar" las expectativas de paz que su política de claudicación ante los terroristas presuntamente está abriendo. Como Zapatero se supera a sí mismo día a día sorprende incluso a sus críticos más radicales. Así, algunos de estos interpretaron lo de "sesgar" como un lapsus línguae, un "acto fallido". Pero no lo parece. Algunos periódicos nos han contado que lo de "sesgar" estaba ya en el escrito que leyó el jefe monclovita. No parece necesario releer la Psicopatología de la vida cotidiana para descartar aquella caracterización. Un analfabeto funcional apenas puede cometer lapsus lingüísticos. Él es un puro lapsus.

Si Freud no vale, ¿a quién acudiremos para explicarnos la conducta de este sujeto? Recurriendo a la imaginación, que es agencia de viajes diligente y barata, un poco al este de Viena y un bastante al norte se halla Könisberg, ahora llamada Kaliningrado, famosa por el problema de Euler sobre sus siete puentes y, sobre todo, por el recuerdo de Immanuel Kant. Zapatero exhibió su dominio del inglés con el famoso a beautiful day, propinado a uno de sus interlocutores. Según se cuenta, no a un día hermoso, sino a una bella noche estrellada igualó Kant el anonadamiento que le producía la constatación de la vigencia de la ley moral inherente al ser humano. Quiero interrogar al filósofo sobre las numerosas excepciones a su ley que presenta nuestra contemporaneidad. Pero no obtengo respuesta. Murió hace tiempo, sin duda, por fortuna para él, por desgracia para nosotros.

Ni bellos días, ni hermosas noches, ni moral, ni política. La patulea político-profesional de la Moncloa y otras terminales, más o menos periféricas, no conoce otro imperativo que el disfrute del poder, no importa su precio. Por elevado que sea, lo pagan.

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