Menú
Fundación Heritage

Encuestas esperanzadoras para los republicanos

Gallup concluye acertadamente que "la 'acción' estará este año en los distritos republicanos"; el que mantengan o aumenten ese apoyo "será clave en su capacidad de mantener el control de su partido en la Cámara".

Michael Franc

El consenso de septiembre: casi unánime. "Votantes nerviosos debido a la economía, la sanidad y la seguridad financiera", decía Dan Balz en el Washington Post, "amenazan con poner a los candidatos republicanos en todo el país a la defensiva este otoño". El veterano observador del Congreso, Stuart Rothenberg, predecía "un escenario que hará mucho daño a los republicanos". El líder de la minoría en la Cámara de Representantes incluso garantizó que "vamos a retomar el control de la Cámara".

Esos pronósticos completamente equivocados se hicieron en septiembre de 2002, antes de las últimas elecciones celebradas en la mitad de un mandato presidencial. Lejos de causar un daño político irreparable, los republicanos de la Cámara se pasaron septiembre y octubre animando a sus bases. Lograron el control del Senado y tres escaños más en la Cámara de Representantes.

El regreso de los titulares de mal agüero

Cuatro años después, los legisladores republicanos se enfrentan nuevamente a esos siniestros titulares: "La mayoría del Partido Republicano en la Cámara se tambalea" (Los Angeles Times), "Republicanos en peligro de perder Cámara" (New York Times) y "Más distritos republicanos vulnerables: se duplican durante el verano" (Washington Post). Balz, nuevamente, nos ofrece un diagnóstico de mal agüero para las esperanzas republicanas, atribuyendo la situación política desesperada de los republicanos al "bajo nivel de aprobación del Presidente Bush, las marcadas diferencias sobre la guerra de Irak, el descontento con el Congreso y la angustia económica provocada por los altos precios de la gasolina y el estancamiento de los salarios". Con los votantes independientes "alienados" y las bases demócratas "llenas de energía", los que fueron alguna vez seguros poseedores de un escaño ahora están "a la defensiva".

Tampoco importó mucho la encuesta del Gallup a finales de agosto que había descubierto una inesperada reducción en lo que los encuestadores llaman la "pregunta genérica de voto": "Si las elecciones fuesen hoy, ¿a qué partido en su distrito votaría usted?". Los expertos políticos, buscando analizar el ánimo nacional, citan de forma regular los resultados de esta pregunta y lo hicieron con frecuencia cuando los demócratas parecían gozar de una ventaja inalcanzable. Por ejemplo, cuando ésta era de 54% a 38% a finales de junio o de 51% a 40% justo antes de las vacaciones que el Congreso se toma en agosto.

Pero algo ha pasado mientras los legisladores pasaban el mes de agosto reconectando con sus votantes. La ventaja para el candidato demócrata genérico cayó de 11 puntos a finales de julio, a 9 puntos a principios de agosto y luego a una ventaja estadísticamente insignificante de 2 puntos (47% a 45%) en una encuesta del 18 al 20 de agosto. Entre los más inclinados a ir a votar, la ventaja demócrata desapareció por completo, informando Gallup de un empate de 48% a 48%.

Ansiosos por entender este movimiento a favor de los candidatos republicanos, Gallup clasificó las respuestas de la pregunta genérica de voto en dos nuevas categorías. Así, preguntó a los encuestados si los demócratas tenían posibilidad de ganar los escaños en los distritos de la Cámara que hoy poseen los republicanos o que los demócratas están obteniendo una porción del voto mucho mayor de lo normal en los distritos en que ya tienen escaños. Obviamente, las posibilidades de que los demócratas ganen la mayoría de la Cámara son exponencialmente más grandes si pueden demostrar fuerza contra los republicanos en su propio patio trasero que si simplemente acumulan márgenes mucho mayores de lo normal en sus propios distritos.

Revisando los prefijos telefónicos para identificar qué encuestados viven en un distrito electoral representado por un demócrata y cuáles en un distrito actualmente republicano, Gallup revisó las 13 encuestas de 2006 en las que hizo esta pregunta. A lo largo de julio, los demócratas no sólo tenían márgenes de 2 a 1 en los distritos que ya representan sino que sorprendentemente tenían grandes oportunidades en los distritos de los republicanos también.

Por ejemplo, los demócratas estaban por encima de los republicanos en los distritos republicanos en varias encuestas, con una ventaja apuntando hasta un margen de 11 puntos (51% a 40%) a finales de junio. Eso verifica la percepción extendida en círculos conservadores de que la base de votantes republicana estaba en abierta revuelta contra su partido a principios de año.

Pero luego los demócratas empezaron a perder puntos en los distritos republicanos, con una caída constante, desde el 51% en junio a un 46% un mes después, para descender hasta un 43% a principios de agosto y llegar a bordear finalmente el 40% en la encuesta realizada del 18 al 20 agosto. El apoyo a los republicanos, en contraste, subió 14 puntos en 6 semanas, de un bajo 40% a su nivel actual del 54%.

El cambio está en camino

Esta vuelta a la tortilla de 25 puntos empezó antes de la revelación del 10 de agosto acerca de que Londres y funcionarios de la inteligencia americana habían frustrado la trama terrorista para volar una docena de aviones. Es interesante ver que Gallup también revisó su encuesta de antes de las elecciones en 2004 y descubrió que los republicanos lograron ampliar sus mayorías en la Cámara y en el Senado con un margen de apoyo idéntico (54% a 40%) en sus propios distritos.

Gallup concluye acertadamente que "la 'acción' estará este año en los distritos republicanos"; el que mantengan o aumenten ese apoyo "será clave en su capacidad de mantener el control de su partido en la Cámara".

Charles Cook, del National Journal, predijo la semana pasada que "la Cámara cambiará de manos" siempre y cuando "no pase nada". El intuitivo análisis del Gallup indica que es probable que ya estemos experimentando un cambio políticamente importante.

©2006 The Heritage Foundation
* Traducido por Miryam Lindberg

Michael Franc es vicepresidente de Relaciones Gubernamentales en la Fundación Heritage.

En Internacional

    0
    comentarios