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Martín Higueras

Con la suerte de vuelta, el Mundial en el bolsillo

Las cosas están muy favorables y a Alonso no se le va a escapar el Mundial, sin ningún género de dudas. Sale reforzado y aunque el abandono de Schumacher nos castiga sin el esperado duelo de Brasil, los merecimientos no son pocos.

Fernando Alonso es ya casi bicampeón mundial de Fórmula Uno. Hubiéramos querido que no se lograra de esta manera pero lo cierto es que la suerte del campeón está de vuelta. El año pasado dijimos que para tener realmente fortuna, hay que conseguir estar "ahí" para beneficiarse de ella. Alonso lo ha estado una vez más y con estos 10 puntos da un paso inmenso para lograr en Brasil lo que para muchos era ya un objetivo muy lejano.
 
La carrera de Japón no ha tenido las características que vimos en las últimas pruebas, con el siempre atractivo ingrediente de la lluvia. Una gran pena porque Suzuka es uno de los circuitos más espectaculares del Mundial y esta vez no hemos visto la emoción, de por ejemplo, la prueba de 2005 cuando Alonso dio una lección al pasar a Schumacher en la preciosa curva 130R. Todos nos esperábamos un dominio más claro de Ferrari en especial después de las clasificaciones del sábado, donde la scudería italiana demostró ser muy rápida gracias a los Bridgestone. Pero este domingo no funcionaron tan bien probablemente por las bajas temperaturas que en una carrera de 53 vueltas hacen que tenga un rendimiento muy diferente. Pero ese problema lo han tenido todos y no sólo los neumáticos japoneses.
 
Alonso hizo exactamente lo que tenía que hacer. Estar siempre por detrás de Schumacher porque era lo único que podía hacer aunque demostró que su Renault estaba en buena forma, a juzgar por sus tiempos de vueltas. El asturiano nunca estuvo muy lejos del alemán y lo marcó de cerca en todo momento marcando tiempos muy parecidos e incluso mejores. Nadie esperaba la rotura del motor del Ferrari pero esto llegó en un momento decisivo. La sensación de Alonso debe haber sido brutal en el "cockpit" viendo como en un segundo todo daba vuelta: victoria, liderato del Mundial, y todo a favor para ser una vez más campeón del Mundo. Eso sí, hemos vuelto a oír lo de la "presión". Parece mentira escuchar ese tipo de cosas a estas alturas y a este nivel de competición y sobre todo tratándose de un piloto que ha sido siete veces campeón.
 
Ahora, francamente, no hace falta ser prudentes. En Brasil, Alonso suele ir bastante bien aunque por el momento no ha ganado en Interlagos (tercero en 2003 –con un grave accidente de por medio– y 2005 y un cuarto puesto en 2004) mientras que para Schumacher no es un circuito especialmente bueno pese a que ahí "sólo" ha ganado cuatro veces (1994, 1995, 2000 y 2002). Las cosas están muy favorables y a Alonso no se le va a escapar el Mundial, sin ningún género de dudas. Alonso sale reforzado y aunque el abandono de Schumacher nos castiga sin poder ver el esperado duelo de Brasil, los merecimientos no son pocos. La cosa para el alemán es casi imposible. Necesita ganar y esperar un abandono de Alonso. Lo dicho, para tener suerte, hay que estar "ahí".
 

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