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Juan Carlos Girauta

Nebrera, la candidata del nacionalismo

Se pregunta Montserrat Nebrera: "¿Cuál sería el candidato que más le interesaría al tripartito y a CiU que saliera de estas elecciones [entiéndase congreso del PPC]?" La respuesta es obvia: Montserrat Nebrera.

Se pregunta Montserrat Nebrera: "¿Cuál sería el candidato que más le interesaría al tripartito y a CiU que saliera de estas elecciones [entiéndase congreso del PPC]?" La respuesta es obvia: Montserrat Nebrera. Lo que a CiU y el Tripartito, es decir, al tetrapartito, es decir, al establishment político de Matrix, le convendría por encima de todo es que el PPC se ajustara a la posición de Nebrera respecto al Manifiesto por la Lengua Común, que se resume en esta supuesta refutación: "El castellano se defiende solo."

La señora Nebrera todavía no se ha enterado de que la filosofía del Manifiesto, aquello que lo hace invulnerable al viejo y avieso argumentario nacionalista, es precisamente que no se trata de defender el castellano (porque el castellano no está en peligro, porque el castellano –oh, ah– se defiende solo) sino los derechos de las personas. Y si a estas alturas de la película no ha pillado la trama, o bien no quiere pillarla, o bien sus entendederas no dan de sí, hipótesis que descarto desde ahora mismo.

Imagínense lo que nos depararía Nebrera: cuando el PP por fin se ha definido en materia lingüística (como siempre lo han hecho, por cierto, Sirera y Fernández), cuando está arropado por importantes medios de comunicación de masas (El Mundo como promotor, pero también Tele 5, de momento) y un sinfín de personalidades, cuando todo permite fijar el debate en sus justos términos, como algo transideológico, como un asunto de derechos... de pronto va y se desdice allí donde el nacionalismo más ha avanzado en la conculcación de derechos en materia lingüística, en la comunidad donde resulta imposible escolarizar a un niño en castellano, donde la lengua común se ha borrado de la vida pública.

Jugada maestra: aquí tienen ustedes a su líder en Cataluña (qué más quisiera ella, pero sigamos con la hipótesis) desmintiendo sus postulados. ¿Por qué? Porque ella sí es catalana, vive en Cataluña y sabe que todo eso del Manifiesto son cuentos chinos de centralistas alérgicos a la diversidad, etc. Por eso Nebrera es la candidata del nacionalismo para presidir el PPC. Porque es la única que se avendría al montaje.

La manía de Génova con la candidatura única es prueba concluyente de su deriva. Antes de que Ana Mato empezara a enredar por tierras catalanas, el PPC podía presumir de funcionamiento democrático: ahí estaban las tres candidaturas frente a la vergüenza búlgara de Valencia. El contraste era excesivo para los marianistas, y urdieron aquella broma de que "todo el mundo" quería una candidatura única. Es la trola más bestia que he oído en mucho tiempo, pues absolutamente nadie quería una candidatura única aparte del aparato de Génova.

Respecto al desprecio con que la candidata Nebrera se refiere a Libertad Digital, que sirva de escarmiento a los compañeros que, sabe Dios por qué, quedaron hechizados con su vacío ideológico.

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