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Fundación Heritage

En Europa, todos somos anti-Bush

En Europa no sólo ven a Obama como probablemente el primer presidente norteamericano negro sino también como el anti George Bush, el hombre que matará al presidente que los europeos han odiado más que a ningún otro en su memoria histórica.

¿Será que hemos entrado en el tunel del tiempo y que de alguna manera nos perdimos las elecciones generales en Estados Unidos? ¿O será que las encuestas están tan aplastantemente a favor del senador Barack Obama que puede que él crea que ha estado en el tunel del tiempo y que ya ganó la presidencia de Estados Unidos? El tunel del tiempo pertenece a la ciencia ficción y, por supuesto, ninguna de las dos premisas anteriores es verdadera. Sin embargo, de lo que hemos sido testigos con el increíble tour del candidato presidencial demócrata a Oriente Próximo y Europa es algo sin precedentes, como dar la vuelta olímpica sin haber ganado. Además, viola el espíritu de la Constitución de Estados Unidos. En realidad el país sólo puede tener un presidente a la vez.

Habiendo hecho escala en Afganistán e Irak durante el fin de semana pasado, cuando se reunió con el presidente Hamid Karzai y el primer ministro Nouri al Maliki, Obama hizo pronunciamentos sobre su política de actuación en estos países. Prometió a los afganos más tropas norteamericanas, y parecía haber llegado a un acuerdo con el primer ministro iraquí acerca de un calendario de 16 meses para la retirada de las tropas norteamericanas, preparando así el camino para el repliegue.

El candidato presidencial republicano John McCain precisó correctamente que la presencia de Obama en Irak era paradójica: “Se basa en las condiciones sobre el terreno y en que tenemos que mantener el progreso que hemos conseguido. El punto principal aquí es que el senador Obama no podría haber ido a Irak como ahora lo ha hecho, ya que él se opuso al aumento de tropas. Es el aumento el que ha conseguido arrancar este éxito. Es el aumento el que está haciendo que se gane esta guerra. Obama se opuso. Él dijo que no tendría éxito”. Pero eso no importa.

Obama dijo en una entrevista que el propósito de su viaje era conocer a los líderes extranjeros con los que definitivamente espera tener tratos durante los próximos 8-10 años. Así pues, Obama cree que no sólo ha ganado las elecciones de noviembre, sino también las de 2012, y que posiblemente será designado Secretario de Estado en la administración de Hillary Clinton que vendrá a continuación de sus propios mandatos.

Por supuesto que en Europa a nadie le importaría mucho si los norteamericanos eligiesen rey a Obama y echáramos por la borda toda la Constitución. El nivel de adulación excede incluso el que recibió la candidatura del senador John Kerry. Una reciente encuesta británica sugerió que el 53% de los europeos está a favor de Obama para la presidencia, mientras que sólo el 11% preferíría ver a McCain en la Casa Blanca. Durante sus escalas en Alemania, Francia y Gran Bretaña, Obama estuvo sumido en un mar de adulación.

En Europa no sólo ven a Obama como probablemente el primer presidente norteamericano negro sino también como el anti George Bush, el hombre que matará al presidente de Estados Unidos que los europeos han odiado más que a ningún otro en su memoria histórica, y cuyas políticas esperan que Obama.invierta. Resulta curioso que ningún país europeo haya permitido nunca que alguien perteneciente a una minoría étnica alcance tales cotas de poder, y es prácticamente improbable que lo permita en un futuro próximo.

Por supuesto que Bush tendrá que dejar la Casa Blanca debido a la Enmienda 22 de la Constitución, que después de los 4 mandatos de Franklin D. Roosevelt  limita la presidencia a un máximo de 2 mandatos. Pero no es probable que muchos sepan esto en Europa, o que les importe. Ahora, algunos europeos han comprendido la multifacética estrategia política del candidato demócrata, y como consecuencia se han desilusionado. 

En Alemania, el Gobierno hizo saber su desagrado al conocer los planes de la campaña de Obama para grabar un anuncio electoral delante de la Puerta de Brandenburgo. Como informaba recientemente el blog transatlántico del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), las posiciones cambiantes del senador acerca de la Segunda Enmienda y la pena de muerte han llevado a pensar a algunos editorialistas europeos que Obama sólo es otro oportunista americano camino a la Casa Blanca.

No obstante, algo más típico es la aplastante adulación popular hacia un candidato demócrata sobre el que los europeos no saben mucho (esto se podría decir también de muchos americanos). Pocos saben que durante dos años Obama fue presidente del subcomité del Senado sobre Europa, y que durante este tiempo no convocó una sola audiencia sobre Europa. Tampoco saben que está pidiendo que los europeos contribuyan con más tropas a Afganistán; o que sus posiciones respecto al comercio probablemente causarían severas alteraciones en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio, y que afectarán las relaciones entre Estados Unidos y Europa.

De hecho, al igual que en las elecciones del año 2000, la mayoría de europeos concluirá que el candidato demócrata ya ha ganado, y se sentirá penosamente decepcionada e indignada si McCain gana en noviembre. Uno se queda con la deprimente impresión de haber pasado ya por esto y de que todo se repetirá una vez más.

©2008 The Heritage Foundation
* Traducido por Miryam Lindberg

Helle Dale es directora del Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Fundación Heritage. Sus artículos se pueden leer en el Wall Street Journal, Washington Times, Policy Review y The Weekly Standard. Además, es comentarista de política nacional e internacional en CNN, MSNBC, Fox News y la BBC.

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