A quienes creen que se puede diseñar una constitución que obligue al Estado a respetar la libertad, De Jasay les contesta que esa pretensión es igual a la de querer que funcione un cinturón de castidad cuando el usuario tiene la llave.
Gabriel Calzada
Compartir
Tuitear
Enviar
Enviar
Vendeano dijo el día 28 de Mayo de 2009 a las 21:12:
Vale. O el hormiguero o la colmena.