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La gran mentira

Es sabido que esa república imperial capaz de enviar naves a Marte siempre ha estado regida en la sombra por una pandilla de lectores de tebeos que, cuando no olvidan la cartera, se dejan los donuts extraviados en medio del desierto arábigo.

paserifo dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 14:06:

Te echábamos de menos.

Gracias por sobrevivir y por volver.

Salud

numantia dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 09:04:

Joé, díganos que ha tomado en vacaciones porque viene con toda la fuerza.
ME alegro de leerle así, don José.
Bienvenido.

akonibe dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 01:25:

Bravo por Sorel:
Es la pura verdad que una vez instalado en el mito, en el prejuicio bobalicón y fácil, no se baja uno de la burra ni con fuertes dosis de realidad y de hechos que lo refuten.
Es como un impermeable de los caros, por mucha agua que caiga, no empapa.
Es mejor aún, es como el goretex, no sólo no empapa, sino que deja salir el tufillo del sudor cerebral, de escasas luces, al exterior, inundando los alrededores de una idiotez ambiental verdaderamente desagradable.
Cuanto más lineal y tosco sea el prejuicio o el mito, tanto mejor para esas mentes. Se coje con más fuerza y rapidez, y no se desvanece su efecto. Como una gripe pero de efecto permanente.
El último timo (o mito, el nombre es lo de menos) es que USA ha ido a Afganistán por las reservas de no recuerdo ahora qué mineral que abunda allí.
Gente capaz de pensar gilipolleces semejantes deberían fundar una comuna e irse a tomar por el c... .
Su estulticia, su estupidez sórdida y feroz, es cansina y peligrosa, es hedionda, nausebunda y contagiosa.
Por favor, fleten un barco y húndanse en las antillas, bien profundo no vaya a ser que floten sus huecos cerebros.

pintano dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 00:17:

Bien razonado, bien escrito...
¡¡ genial!!