Sr. Campmany, esta vez le ha tocado a usted. Es una papeleta difícil hacer frente a una réplica de Pío Moa, por dos razones: la primera, que la mayoría de los comentarios, y tal vez de los lectores, se suele posicionar a favor del Sr. Moa; la segunda, que sus réplicas suelen ser contundentes. Independientemente de que yo, en esta cuestión, esté con uno o con otro, reconozco que me ha hecho gracia su dúplica. Me ha parecido oírle decir, con gesto de resignación: "Bueeeno, vamos allá", como aquel que se ve obligado a batirse en duelo, más bien de mala gana, contra un maestro de espadachines.
A mí, personalmente, me gustan estos rifirrafes. Le dan vidilla a esta casa, aunque a veces parece que provocan daños permanentes, cosa que lamento sinceramente. No deberían tomarse estas cosas tan a pecho.
Finalmente, aprovecho para decir que en esta cuestión estoy más con Pío Moa que con usted.

Efectivamente, creo que Moa entendió mal su artículo, con cuyos planteamientos coincido plenamente.