Qué cansino resulta leer a tanto correligionario antiliberal.
De Prada se pasa a veces un poco en sus poses ultramontanas. Pero me parece un tío honesto, a su manera. Su programa es excelente y los debates, animados por invitados bien escogidos, son de lo mejorcito de Intereconomía. Dejémosle -como alguien dice por ahí arriba- ejercer de "mosca cojonera" del liberalismo pues esta no deja de ser la menos imperfecta de las doctrinas socioeconómicas. Pero imperfecta, al fin.
La información que contiene un libro ya es perceptible antes de leerlo. Pero para ello se precisa mucha práctica en el leer.
Progreso, modernidad, libertad, son ideas fuerza para imponer un punto de vista "dionisiado".
Pues sí, señor Jordá, el liberalismo extremo del 19 fue el caldo de cultivo para que naciera el comunismo. Y no sé cuanto de cristiano verdadero tendrá De Prada, pero lo que si sé es que el liberalismo que se defiende en estas páginas está abiertamente en contra de las encíclicas sociales de la iglesia católica.
Ah, se me olvidaba señor Jordá: Como siga adelante este capitalismo de paraísos fiscales donde las diferencias entre ricos y pobres cada vez son más abismales y donde la clase medía, es decir los burguesitos, también ve como su capacidad de adquirir bienes se deteriora cada año un poquito más, vendrá algo que no será el comunismo porque está demasiado desacreditado, pero algo vendrá que echara abajo este capitalismo de casino que enriquece cada día más a unos pocos y empobrece cada día un poco más a la mayoría.
Pues a mí sí me gustan los libros electrónicos y también me gusta De Prada, aunque no esté de acuerdo con él en este tema y en algunos otros (económicos fundamentalmente).
Su papel de mosca cojonera católica fustigadora del progreso y la modernidad me parece de lo más saludable e incluso necesario.
En cuanto a los libros electrónicos, no vuelvo a comprar otro hasta que no se acaben las restricciones de uso. Hasta ese momento, "pdfs" y "epubs" gratuitos.
Recuerdo cuando se emitia "¡Qué grande es el cine!" en La 2 (del cual era un ferviente seguidor) que, algunas veces, y sin saber por qué, me venía un abotorgamiento mental cercano al dolor de cabeza. Poco tardé en descubrir la razón: cuando aparecía Juan Ramón de Prada, también hacía su aparación el dolor de cabeza. No fallaba. Menos mal que grababa todos los programas en vídeo y, cuando salía en pantalla el plasta este, apretaba el botón "forward" hasta que hablaba otro invitado... Nunca más volví a tener dolor de cabeza.
Ah, se me olvidaba señor Jordá: Como siga adelante este capitalismo de paraísos fiscales donde las diferencias entre ricos y pobres cada vez son más abismales y donde la clase medía, es decir los burguesitos, también ve como su capacidad de adquirir bienes se deteriora cada año un poquito más, vendrá algo que no será el comunismo porque está demasiado desacreditado, pero algo vendrá que echara abajo este capitalismo de casino que enriquece cada día más a unos pocos y empobrece cada día un poco más a la mayoría.
Pues sí, señor Jordá, el liberalismo extremo del 19 fue el caldo de cultivo para que naciera el comunismo. Y no sé cuanto de cristiano verdadero tendrá De Prada, pero lo que si sé es que el liberalismo que se defiende en estas páginas está abiertamente en contra de las encíclicas sociales de la iglesia católica.

Últimamente leo muchas quejas de escritores y empresas editoriales con respecto a los libros electrónicos y sin embargo debería ser al contrario, deberían darle la bienvenida y apoyar su uso.
Siempre he escuchado a escritores y editoriales, que lo importante es que se conozca su obra (los unos), y que la gente lea mas (los otros). Claro que quizás les faltaba decir: “pagando previamente los abusivos precios que queramos poner”. Los unos y los otros estaban encantados de haberse conocido.
Pero mira tu por donde, lo que tenia que pasar a pasado, y el libro electrónico es una realidad. La gente con poco dinero y ganas de conocer y aprender AHORA DISPONE DE MILES DE LIBROS GRATIS a unos segundos de sus dispositivos.
El lector electrónico mejora en todos los aspectos (salvo el romántico), a la lectura en papel, además puedes intercambiar libros al instante y enviarlos a miles de kilómetros, guardar y/o mover bibliotecas en el bolsillo, etc.
Cuando te haces un traje, lo pagas y es tuyo, el sastre a cobrado su trabajo. Lo que yo haga con el traje es cosa mía, lo puedo prestar, alquilar, modificar, exponer, copiar, fotografiar, dejarlo en el armario o incluso ponérmelo.
Bien, es igual para los escritores, escriben un libro y si alguna editorial se lo compra, ya ha obtenido el beneficio por su trabajo, como cualquier otro profesional. Claro que a lo mejor no gana tanto, ni por supuesto le quedara una pensión para toda la vida por derechos de autor. Pero ¿no están en la misma situación artesanos, pintores, diseñadores, etc.? Las editoriales con la primera edición que obtengan sus beneficios …sé que es duro, después de tantos años sacándonos miserablemente el dinero.
Sin embargo yo estoy contentísimo, amortice el lector con los ocho primeros libros y llevo un año y medio leyendo entre uno y dos libros semanales.
!! VICTORIA ¡¡