Como la defensa de Garzón sea tan competente como sus instrucciones judiciales a Assange lo van a condenar hasta por el asesinato de Kennedy.
Como la defensa de Garzón sea tan competente como sus instrucciones judiciales a Assange lo van a condenar hasta por el asesinato de Kennedy.
Las democracias se basan, entre otros principios, en la división de poderes, aunque a las izquierdas esto le suene a oportunidad de llegar al poder y hacerse para siempre con él y no como virtud constitucional asumida. Vamos a lo que nos ocupa hoy:
Existen unas resoluciones de tribunales ordinarios de justicia.
Las naciones democráticas tienen consignados pactos de reconocimiento a las sentencias judiciales dictadas en otras naciones.
Los pactos, ya se sabe, "sunt servanda", para cumplirlos.
El tribunal sueco imputa un delito de orden común, que no político.
El asilo en una Embajada puede entenderse por persecución política, de religión, de raza, etc., pero no por delincuencia común, eso rayaría prácticamente en la obscenidad del uso de las prácticas diplomáticas.
Otra cosa será el devenir del proceso en Suecia, aunque me es difícil imaginar "a priori" que los suecos se sometan a los intereses yanquis, ellos que fueron los primeros en dar asilo político a los que por sus ideas, mayoritariamente de la izquierda norteamericana, no lo olvidemos, no quisieron ir a la guerra de Vietnam... pero el Reino Unido está obligado a poner a este hombre a disposición de los Tribunales de Suecia.
Que se juzguen estos presuntos delitos comunes en Suecia y se restablezca el honor y la tranquilidad, en lo que se pueda, de las mujeres que presuntamente fueron objeto de los delitos que se imputan a este individuo.
Que el gobierno de Correa, de dudosa credibilidad y ningún acreditado respeto por las libertades monte este cirio, no es de recibo y que el adalid Correa, entonces, acabado el proceso judicial sueco, para que se le pueda creer, ponga a disposición del informático toda la diplomacia ecuatoriana a fin de que, si no existiere claro entre las relaciones sueco-norteamericanas la de extraditar a este hombre, se asile en su Embajada de Estocolmo o donde pueda encontrarse para él un rincón en el que vivir frente a la incertidumbre de ser trasladado a los Estados Unidos.