Lo peor es que frente a esta gentuza asesina tenemos el gobierno más indolente de la democracia: para mi los etarras y sus apoyos no son los traidores, ellos son simplemente una organización criminal asesinay propagandista estalinista a la que había que haber cortado los pies (o la cabeza); para mi el auténtico traidor es el PP (pop o no pop) al que llevo votando toda la vida y resulta que no piensa dar marcha atrás en absolutamente ninguna de las atrocidades firmadas por Zapatero. Si, cada milímetro que se cede ante el terrorísmo es una atrocidad monumental...
Necesitamos una Reconversión, un Mario Conde (no es santo de mi devoción pero pienso "utilizarlo" llegado el caso para darle en las narices a Rajoy) o alguien que tenga tirón y tenga fuerzas para decir ¡¡¡BASTA!!!.
La dignidad de la nación española no se dignará a perecer...
Pedidle ayuda a los 6 millones de parados , a ver qué piensan del asunto.
España es una sociedad en descomposición, un sistema político encanallado, con una Casta fraudulenta, corrupta y parásita.
Algo va a pasar. Eso es lo único que está claro.
Sr Abascal, insiste usted en señalar las perversas intenciones de aquellos que desde que existen exhiben la perversidad como principal seña de identidad. Y no hace usted una mínima referencia a los que, a sabiendas, con el también perverso interés de elevar su particular cuota de poder en el estado, no han dudado en despedazarlo para entregarlo por capítulos al mejor postor. Si la nación española como la conocemos hoy deja de existir, es tanta responsabilidad de unos como de otros, y los otros, usted sabe, son a partes iguales, los gobiernos de PSOE y PP que han existido en esta falsa democracía que padecemos. Si los violentos están en las instituciones es como consecuencia de la acción perversa de gente con nombre y apellidos. Nunca le oigo a usted pasar lista. Pero pretender tocar ahora zafarrancho de combate ante esa más que posible situación balcánica que se avecina, me parece más que un acto propio de un patriota, un deseo personal suyo un tanto quijotesco, permítame. Si Vascongadas y Cataluña se separan, mire usted, adiós muy buenas. Culpables somos todos. Apechuguemos con lo que hemos permitido unos, propiciado otros y exigido por la fuerza los demás.