El duelo ante Serbia tuvo un desarrollo que podía ser previsible antes del salto inicial. La escuela balcánica es, como es sabido, una de las mejores del mundo, y sus jugadores siempre tienen un enorme trabajo técnico detrás, por lo que siempre son capaces de dar respuestas a las situaciones tácticas planteadas, merced a ese bagaje técnico. Es por ello que prácticamente nunca se van de un partido, porque siempre sigue trabajando y vuelven a engancharse a los encuentros, como ocurrió ayer ante España. Me gustaría destacar a Bogdan Bogdanovic, un jugar interesantísimo, y enormemente trabajador.
Pero España es un equipo enormemente equilibrado, capaz de formar casi dos cincos iniciales, y en el que siempre va a aparecer alguien dispuesto a tirar del carro. Por ejemplo un Ricky Rubio que está en un gran momento de forma, dentro de un engranaje de los bases españoles que está siendo acertado por parte de Orenga. Eso sí, será interesante que España aprenda del planteamiento defensivo hoy de Serbia, por ejemplo en la defensa precisamente sobre Ricky. Al contrario de lo que hizo Francia, que pegó a sus bases a Ricky buscando asfixiarle, pero dándole salida con su velocidad por los dos lados del defensor, Serbia ayer concedió en ocasiones, especialmente al inicio Teodosic, el tiro de media distancia a Rubio, que por suerte se mostró muy efectivo en el tiro en ritmo, tras bote o tras recibir un pase desde un interior, pero siempre lanzando en movimiento, no en estático. En todo caso fue un partido con poco que analizar por la gran superioridad de España, y en el que empezamos a echar en falta ya de verdad un paso adelante de un Víctor Claver que será importante en lo que queda para jugar en el puesto de '3'.
Ahora, España afronta los octavos ante Senegal, un equipo al que aplaudir porque es meritoria su clasificación como representante africano para la fase de cruces. Se nota sin duda el trabajo de Boniface Ndong como gestor del equipo, buscando la profesionalización en la selección. Es una selección que puede sorprender por lo grande que es su quinteto inicial, que puede dejar escasas líneas de pase a España. Los dos jugadores más destacados son Maleye Ndoye, un '3' con amplia experiencia en Francia, buen anotador, habilidoso con el balón, y buen reboteador, y sobre todo el NBA Gorgui Dieng, compañero de Ricky Rubio en los Timberwolves, y que tiene la experiencia de haber jugado una Final Four de la NCAA. Es el líder del equipo, por su personalidad, reservado, pero muy trabajador. Se nota que está formado con Rick Pittino en Louisville, ya que es alguien sobrio, currante, y muy polivalente. Pese a sus 2,11 metros, no es muy atlético, aunque si tiene un gran tamaño y envergadura. Para que el lector lo conozca, sería algo así como un Felipe Reyes más alto, por su ética de trabajo y ser alguien que nunca se rinda, con algunas cosas de Marc Gasol, ya que es un jugador habilidoso cerca del aro.