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Guillermo Dupuy

Un gobierno socialdemócrata que posibilite una oposición liberal

Un gobierno socialdemócrata como el que Rajoy también presidiría, ya no por felón sino por necesidad de apoyos, neutralizaría toda alternativa liberal

A la vista de los resultados del 20D, tanto como de los que resultarían, según las encuestas, de unas nuevas elecciones generales, estamos abocados a dos tipos de gobierno posibles: O bien a un gobierno de frente popular/secesionista o bien a un gobierno socialdemócrata, ya lo presidiese el socialdemócrata de Rajoy con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, ya lo presidiese Pedro Sánchez con el exclusivo apoyo de Ciudadanos y la abstención en la investidura del PP.

Hay, sin embargo, una gran diferencia entre un hipotético gobierno socialdemócrata presidido por este irreconocible PP de Rajoy y el otro que presidiese el partido de Pedro Sánchez. Y es que mientras el primero tendría como líderes de la oposición a los comunistas de Pablo Iglesias, la oposición al segundo Ejecutivo estaría liderada por un PP en disposición de desembarazarse del rajoyismo y de recuperar sus traicionadas señas de identidad liberal-conservadoras.

De la misma forma que hemos dicho tantas veces que el gobierno de Rajoy ha sido una tercera legislatura de Zapatero bajo siglas del PP, el gobierno que Sánchez ha pactado con Rivera bien podría ser en terminos generales una segunda legislatura de Rajoy bajo las siglas del PSOE y Ciudadanos.

No es baladí, sin embargo, la diferencia que separa una situación política que pivota entre un gobierno socialdemócrata y una oposición liderada por comunistas y separatistas de la que oscila entre un gobierno de centro izquierda frente a una alternativa liberal que deja en segundo lugar de la oposición a comunistas y separatistas.

El acuerdo entre PSOE y Ciudadanos será todo lo socialdemócrata y criticable que se quiera, pero el PP de Rajoy lo suscribiría de la A a la Z si, en lugar de aupar a Sánchez a la presidencia del Gobierno, dejase cuatro años más en ella a su actual inquilino. El problema es que un gobierno socialdemócrata como el que Rajoy se vería obligado a presidir, ya no por felonía, ni por falta de carácter y de principios, sino ahora por necesidad de apoyos parlamentarios, neutralizaría al PP de cara a ejercer una alternativa liberal desde la oposición a ese gobierno de centro-izquierda.

Rajoy debe renunciar a presidir un gobierno de centro-izquierda si en el PP quieren volver a ser una alternativa liberal a ese consenso socialdemócrata del que han surgido, como lógicas y radicalizadas excrecencias, los populistas. Para ello, en lugar de oponerse junto a comunistas y separatistas a la investidura de Sánchez, el PP debería simplemente abstenerse.

Está visto, sin embargo, que el empecinamiento de Rajoy nos aboca a él o al caos. Y mucho me temo que, si esa es la disyuntiva, antes o después, será el caos de un frente popular.

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