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Guillermo Dupuy

Hará falta algo más que unas nuevas elecciones

Un nuevo fracaso de Rajoy tras las elecciones del 26-J no debería volver a ser excusado con el hecho de que su partido siga siendo el más votado.

Sólo dos de los dieciocho sondeos electorales que ha recopilado El Mundo pronostican que unas nuevas elecciones servirán para desatascar la formación del nuevo Gobierno. Y eso sólo en el caso de que Ciudadanos dedicara su previsiblemente incrementada representación parlamentaria a respaldar la candidatura de Rajoy. El resto de los sondeos –incluidos los más recientes– auguran una situación muy parecida a la que ahora vivimos y que ya nos auguraba el editorial de LD al día siguiente de las últimas elecciones generales.

Es cierto que de aquí a las elecciones del 26 de junio muchas cosas pueden pasar, como cierto es también que ninguna de las encuestas antes mencionadas contemplan la coalición electoral de Podemos e IU, que, con bastante probabilidad, obtendrá más escaños que los ahora suman por separado ambas formaciones. Aun así, es harto dudoso que el PSOE y dicha coalición de la extrema izquierda pasen a sumar una mayoría suficiente para nombrar un nuevo gobierno.

Otro tanto podríamos decir del PP y de Ciudadanos en el caso de que la suma de sus representantes también siga sin superar los 175 escaños o, aun lográndolo, si Rivera exige al PP como condición sine qua non otro candidato a la presidencia distinto a Rajoy, personaje al que, tal y como he dicho en otra ocasión, no le importaría lo más mínimo seguir en funciones indefinidamente.

El tiempo lo dirá, pero sin un cambio de actitudes dudo mucho que sirva de algo la celebración de unas nuevas elecciones. Y, desde luego, lo que ya es exigible reclamar en el caso de que esta situación de atasco se reproduzca tras el 26 de junio es que no prosigan en sus cargos los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno, cuya dimisión ya era exigible tras conocerse los resultados del 20-D. Un nuevo fracaso de Rajoy no debería volver a ser excusado con el hecho de que su partido siga siendo el más votado, como un nuevo fracaso de Sánchez tampoco debe ser excusado con el hecho de que el Gobierno de Rajoy sigue siendo vetado por la mayoría de los representantes del pueblo español. Llegados a este punto, tanto Rajoy como Sánchez deberían presentar su inmediata dimisión y facilitar de este modo la conformación de un nuevo Gobierno sin necesidad de volver a llamar a los ciudadanos a las urnas.

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