Los independentistas no pueden hacer el referéndum que reclaman porque la soberanía no es sólo suya, es de todos, y el Gobierno no puede permitir que lo hagan por la misma razón.
También las sepulturas marcan la inmensa distancia geográfica, moral e intelectual que separa a un gigante eterno de la cultura de los efímeros sátrapas sin ley.