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En defensa de los prejuicios

Amando de Miguel
No se puede vivir dignamente sin alma y sin prejuicios. A no ser que pretendamos pasar por desalmados o por pedantes. De todo hay.
Flickr/CC/Ramón

Evita, Borges, Fidel

Eduardo Goligorsky
También las sepulturas marcan la inmensa distancia geográfica, moral e intelectual que separa a un gigante eterno de la cultura de los efímeros sátrapas sin ley.