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Fray Josepho y Monsieur de Sans-Foy

Opresión de género

No es un secreto que nuestros poetas están a la vanguardia en cuestiones de género. Lo que se les da regular son los números... sobre todo, a fin de mes.

No es un secreto que nuestros poetas están a la vanguardia en cuestiones de género. Lo que se les da regular son los números... sobre todo, a fin de mes.
Efe

No es un secreto que nuestros poetas están a la vanguardia en cuestiones de género. Lo que se les da regular son los números... sobre todo, a fin de mes.

Pero volvamos al asunto: la ControVersia de hoy plantea qué es más opresivo, machista y heteropatriarcal: esa necedad arbitraria de que el pene es cosa de niños... o decir "todos" sin añadir "todas", "nosotros" sin añadir "y nosotras", invisibilizando a las féminas con sustantivos fálicos como mojones de carretera.

Lean ustedes y opinen.

CUANDO PITOS, VULVAS,
CUANDO VULVAS, PITOS

por Monsieur de Sans-Foy

–Papá, ¿tú tienes vulva?, preguntó mi retoño.
–Mira que eres idiota, respondí con amor.
Y no digas más vulva, que es más feo que coño.
Ya hablaremos del tema cuando te hagas mayor.

–Me ha explicado la seño que, aunque yo no la tengo,
a pesar de ser niño, la podría tener...
"Es un hecho, me dijo, y además te prevengo
que una seño con pito sigue siendo mujer".

–¿Voy a ser niño siempre? Me hecho un lío terrible.
¿Y si cambio de idea? –Mi pequeño Sanfuá:
No te james el tarro con lo que es futurible...
que nosotros haremos lo que diga mamá.

Fray Josepho se ríe. Yo soy padre y afronto
las cuestiones candentes de la vida escolar:
si las nuevas teorías son de género tonto
o si soy más antiguo que el papel de fumar.

LA PEOR DISCRIMINACIÓN
por Fray Josepho

Decir que tienen vulva
las pobres crías
es algo intolerable
en nuestros días.
Cómo me agobia
esta espantosa muestra
de la transfobia.

Me asusta, me estremece
y me horripila
que digan que los niños
tienen pilila.
¡Que los chavales
elijan libremente
sus genitales!

Pero, Sanfuá, permite
que te comente
que hay otra cosa mucho
más excluyente.
Y es el ultraje
que se oculta, malévolo,
tras el lenguaje.

La gente dice "todos"
sin decir "todas".
¡Hombre, no me fastidies
y no me jodas!
Te doy un dato:
quien habla en masculino
cae en maltrato.

Hay que hablar un lenguaje
más inclusivo.
Y nombrar a la chiva,
no solo al chivo.
Para el plural,
si escribes una arroba
queda ideal.

Y así, tú escribe tod@s
(se lee "todes").
¡Aunque resulte arduo,
no te acomodes!
Pues la cuestión
es librar a las féminas
de la opresión.

¡Qué horrible es el machismo
que nos ataca!
La gente ensalza al toro
pero… ¿y la vaca?
¡Me quita el sueño
ver cómo las explotan
con el ordeño!

En España

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