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Guillermo Dupuy

¿Cárcel para Forn y libertad para Turull?

Para serles sincero, no me importaria mucho si el juez Llarena sólo rectificara en el caso de Turull.

Por mucho que el Tribunal Supremo acabe de avalar este jueves la prisión preventiva dictada por el juez Llarena contra el golpista y exconsejero de Interior Joaquim Forn, mi discrepancia con esta medida cautelar sigue siendo casi tan grande como la que siento hacia la libertad provisional que este mismo juez dictó en diciembre a favor del golpista y exconsejero de Presidencia Jordi Turull.

Que quede claro que, en mi osada opinión, los dos pájaros merecen por lo que hicieron una muy similar y severa condena, incluso más dura en el caso de Forn, dada la autoridad directa que, como consejero de Interior, tuvo sobre los Mossos d'Esquadra y el decisivo papel que juega en esta causa la violencia o el potencial uso de ella. Sin embargo, a la hora de valorar las medidas cautelares en uno y otro caso, creo que sólo en el del exconsejero de Presidencia existe riesgo de reiteración delictiva, pues, a diferencia de Forn, no ha renunciado ni a su acta de diputado ni a la política, único lugar desde donde se puede volver a cometer la especial clase de delitos de los que se les acusa. Turull, por el contrario, aspira incluso a convertirse en sucesor o testaferro de Puigdemont al frente de la Generalidad a la hora en la que escribo este artículo.

Respecto a Joaquim Forn, entiéndaseme bien: la renuncia de este pájaro a su acta de diputado, su marcha de la política y su compromiso de que, a partir de ahora, será un niño bueno, cumplidor de la ley, no debe evitarle un solo día de condena; pero sí hace ya innecesaria su permanencia en prisión antes de que esa condena se produzca. Si, al menos, el juez Llanera y el Supremo hubieran defendido el mantenimiento de la prisión preventiva de este golpista, que ahora dice encontrase muy malito de salud, en base a un riesgo de fuga, aun tendría algún sentido. Pero no. Llarena justificó, y el Supremo avala ahora, que el exconsejero de Interior siga en prisión por riesgo de reiteración delictiva basado en cosas tales como "la determinación con la que el recurrente cometió los hechos, su ideología independentista y la inestabilidad del contexto político de Cataluña, en el que todavía existen sectores partidarios de la secesión unilateral". ¿Y qué? La cuestión clave, sin embargo, sigue siendo la renuncia de Forn a ocupar cualquier cargo público, único lugar desde donde podría incurrir en dicha reiteración delictiva en lo poco o mucho que tarde en llegar el juicio y previsible condena . Y lo más decisivo es que, lo mismo que Llanera dice contra Forn, podría podría haber dicho en diciembre contra Turull, a quien, sin embargo, puso en libertad, para mayor inestabilidad del contexto político de Cataluña.

Rectificar es de sabios. Adecuar las medias cautaleares a las cambiantes circunstancias también lo es. Y Llanera tiene hoy mejor que mañana una oportunidad para hacerlo tanto en el caso de Turull como en el de Forn. Claro que, para serles completamente sincero, no me importaría gran cosa que sólo lo hiciera con el primero.

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