¿Es Pedro Sánchez el culpable de la vuelta a las urnas? Cuestión peliaguda sobre la que nuestros poetas no se acaban de poner de acuerdo.
Lean, lean.
LA CULPA ES DE LOS DEMÁS
por Fray Josepho
La culpa, culpa, culpita
la tiene Pablo Casado,
pues su pobre resultado
lo abate y lo debilita.
Y entonces, el papafrita
dice que a Pedro jamás
votará, y sanseacabó.
La culpa es de los demás,
y de Pedro Sánchez no.
Tambien Rivera es culpable,
por su doctrina inconcreta
y por su estilo veleta,
antojadizo y mudable.
No quiere que se le hable
de que existe otro, quizás,
que eclipsa su enorme YO.
La culpa es de los demás,
y de Pedro Sánchez no.
La culpa es también muy clara
de la parte del Coletas.
El más jeta entre los jetas.
El más farsante, el más cara.
Un tipo que se prepara
para ser el mandamás
desde su politburó.
La culpa es de los demás,
y de Pedro Sánchez no.
La culpa también la tiene
el fascista de Abascal
que piensa, el muy inmoral,
que Pedro no nos conviene.
Este Abascal, que proviene
de muchos siglos atrás,
de un tiempo que ya pasó.
La culpa es de los demás,
y de Pedro Sánchez no.
Y ASÍ HASTA QUE APRENDAN
por Monsieur de Sans-Foy
Es cierto lo que dices, es muy cierto
y no refutaré ningún aserto.
Políticos mezquinos, ¡infumables!
Y todos menos uno son culpables.
Mas, siendo lo que dices verdadero,
no cargues con las culpas por entero
a los politicuchos.
Culpables, Fray Josepho, hay otros muchos:
La culpa es de esas gentes taciturnas
que pasan de pasarse por las urnas.
También son responsables los votantes
de tantos candidatos repugnantes,
a izquierda y a derecha:
delirios de una mente muy estrecha.
¿A qué esa contumacia
por irse de la socialdemocracia?
¡Cuantísima ignorancia!
Franquismo, cerrazón... Derecha rancia.
Opciones hay a manta,
pero la rectitud es Una y Santa.
No caben objeciones. ¡No hay excusas!
¡No culpen a los hados ni a las Musas!
Si estamos en campaña,
la culpa no es de Sánchez: es de España.
Porque esto que te digo
lo tienes que saber, lector y amigo:
que, si otra vez España se equivoca,
lo mismo que en el Juego de la Oca:
se para la partida...
y vuelta a la casilla de salida.