El vicepresidente es una especie de David Irving de izquierdas empeñado en ocultar cuán antidemocrático y criminal es el comunismo que abraza y se propone imponer.
Los que conocemos ese tipo de jerga hasta la hartura, porque la hemos vivido y padecido, sabemos que no hay nada más parecido a una "nueva normalidad" que una tiranía.
No se puede sostener ni un día más al bulócrata Sánchez, incapaz de decir una verdad en un momento en el que la ciudadanía necesita más que nunca certezas.
En los archivos soviéticos se guardan los restos del uniforme que vestía Hitler cuando sufrió el atentado de julio de 1944 y trozos de su esqueleto (partes de su mandíbula y su cráneo) que quedaron tras el incendio del búnker.