Las estadísticas, cuando son verídicas, constituyen una fuente de información que habrá que utilizar con cautela, para evitar sesgos interesados, que los hay en abundancia.
El PP, Vox y Ciudadanos no deben aceptar como legítimas las razones del defenestramiento de Juan Carlos, ni hacer suyo el adanismo anticorrupción en boga.
Juan Carlos I abandona España pero los problemas que ha causado permanecen rondando a su hijo y heredero, Felipe VI, así como a la institución monárquica.