El Congreso ha aprobado una proposición no de ley de Podemos para perseguir las críticas al Gobierno en internet. Quieren luchar contra los insultos y lo que ellos llaman “mensajes de odio”, por ejemplo, llamar “marqueses de Galapagar” a los marqueses de Galapagar.
El caso es que nuestros poetas ya han diseñado estrategias para burlar estas limitaciones legales. ¿Qué método les parece más efectivo, el de Fray Josepho o el de Monsieur de Sans-Foy?
HAY QUE INSULTAR
por Fray Josepho
Gilipotarios, rúspidos, mamoncios,
higos de punta, torlos, sucnormales,
caprones, sabandigas, marmonales,
sarúpidos, zobencos, bariconcios.
Idióligos, imbéculos, bobroncios,
castuerzos, tondolculos, talporcuales,
me cáspigo en sus truncios genivales,
me pisco en sus dipuntos, pasmaroncios.
Pollichunguillos, lilis, hidepitas,
tintos del gulo, mecios, maliquitas,
cacapoquinos, merdos, bonicacos.
Pitirriflojos, brútulos, papullos,
pasmatos, carapítoras, zurgullos,
figos de la gran pústula y mellacos.
HAY QUE AFINAR
por Monsieur de Sans-Foy
Está aprobado ya por el Congreso:
tratándose de crítica alarmista,
ya pueden disparar sobre el pianista.
Si tocas la moral, te llevan preso.
Tenéis que perdonarme si, por eso,
en vez de ser cornúpeta que embista,
me expreso cual sutil seminarista
y antónimo del palo y tentetieso.
A Iglesias le motejo de cubierto,
no sólo de caudal, (lo cual es cierto):
su espalda tiene forma de cuchara.
En cuanto a Pedro Sánchez, ¿qué diré?
Que tiene el fino cutis de un bebé
un alto porcentaje de su cara.